Más tiempo sin perderlo. El Gobierno se plantea ahora retrasar la convalidación en el Congreso del decreto de la reforma de la estiba, prevista para el próximo jueves. El rechazo de los grupos políticos han obligado al Ejecutivo a sopesar el aplazamiento del controvertido cambio en la ley -obligado por una sentencia del Tribunal de Justicia Europea de diciembre de 2014- y de paso así da más tiempo a patronal y sindicatos para que logren un acuerdo que frene el calendario de huelgas que amenaza con paralizar los puertos españoles de titularidad estatal. Con todo, el portavoz gubernamental, Íñigo Méndez de Vigo, apeló ayer a la "responsabilidad" de los partidos de la oposición y de los agentes del sector instándoles a negociar con el objetivo de aprobar la reforma "cuanto antes".
Una urgencia que justificó para evitar que la Unión Europea imponga a España, por incumplimiento de la citada sentencia, una sanción diaria de 134.000 euros a la que habría que sumar la que ya acumula de 21,3 millones por haber vulnerado la normativa europea permitiendo el monopolio en la manipulación de mercancías portuarias. Una celeridad en la convalidación del decreto que también reclama la comisaria de Transporte de la UE, Violeta Bulc, en una carta dirigida al ministro de Fomento.
Puerto de Marín
"El Puerto de Vigo no baja la guardia". Su presidente, Enrique López Veiga, aseguró ayer que la institución portuaria mantiene "su plan de acción" para minimizar los efectos de las movilizaciones de los estibadores pese a la suspensión de las de los días 6 y 8.
Según fuentes sindicales, las plantillas de Marín y Vilagarcía garantizaron que también irán a la huelga. Sin embargo, entre ambas apenas suman una veintena de portuarios por lo que difícilmente podrían paralizar la actividad en los muelles.
Por otra parte, en la mañana de ayer la eurodiputada Lidia Senra y representantes de Marea se reunieron con los trabajadores para darles su apoyo y explicarles las iniciativas adoptadas por Esquerda Unitaria Europea sobre este conflicto laboral.
