El alcalde de Barro, Xosé Manuel Fernández Abraldes, confía en que el Ministerio de Fomento acabe aceptando la denominada "alternativa 5" para la futura prolongación de la autovía A-57 hasta Curro, de modo que evite el paso por el núcleo más habitado de esa zona y discurra en paralelo a la autopista hasta conectar con su estación de peaje.

Así se apuntó en la última reunión de Abraldes con la Demarcación de Carreteras del Estado en Pontevedra, donde se analizaron también diversas demanda de mejora de la seguridad en la N-550, tanto a su paso por San Antoniño como en otros puntos.

Uno de ellos es el referido al cruce de la futura A-57 con esa N-550, previsto aproximadamente a la altura de la carretera que sube al Pontillón. La autovía pasará por debajo de la carretera general y Barro reclama desde hace años que se ejecute una glorieta en esa intersección. Todo apunta a que Fomento lo aceptará.