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Futuro y pasado de las infraestructuras viarias · El aniversario del puente sobre la ría

25 años desde que cambió la vista de la ría

Se cumplen las bodas de plata del tramo Norte-Sur de la autopista, con el contestado puente entre A Puntada y Mollabao -Fue la primera, y por el momento única, circunvalación urbana

Fiesta de la bici que precedió a la apertura.

Cargada de controversia antes y durante las obras, una polémica que incluso pervive a día de hoy, es una infraestructura que, para bien o para mal, cambió la fisonomía de la ciudad. Modificó la vista tradicional de la ría, causó rellenos en el Lérez, pero también permitió a Pontevedra disponer de una primera, y por el momento única circunvalación urbana. Se trata del tramo Pontevedra Norte-Pontevedra Sur de la Autopista del Atlántico, con su "ponte sobre a ría" que unía A Puntada, en Poio, con Mollabao, en Pontevedra. Este mes, en concreto el próximo día 25, se cumplen 25 años de su inauguración.

Eran algo menos de cuatro kilómetros entre el actual nudo de Bomberos y el enlace existente en Salcedo que permitieron conectar la zona de A Barca con las proximidades de O Pino sin tener que cruzar el casco urbano. En Salcedo se conectaba con el único tramo de autopista existente hasta entonces en el municipio, el que conducía a Vigo desde febrero de 1981. Once años tardó en dar continuidad aquel tramo inicial y aún hubo que aguardar unos meses más, hasta noviembre de 1992, para disponer del recorrido completo de la actual AP-9, al abrirse entonces el tramo Pontevedra Norte-Caldas de Reis.

La inauguración del puente sobre la ría, con un gran pilastra central de hormigón en forma de V, fue el 25 de marzo de 1992, después de casi dos años y medio de obras, iniciadas a finales de 1989. Una semana antes hubo una apertura simbólica con una "fiesta de la bicicleta". Con tres mil millones de las antiguas pesetas, más de la mitad correspondieron a la principal pieza del trazado, el segundo viaducto sobre el mar de la autopista después del de Rande.

El entonces secretario para las Infraestructuras del Ministerio de Obras Públicas, Emilio Pérez Touriño (que con los años acabaría como presidente de la Xunta), el delegado del Gobierno en Galicia, Domingo García Sabell, el alcalde de Pontevedra, Javier Cobián Salgado, y el presidente de lo que aquel año era la Empresa Nacional de Autopistas, Antonio Rojo, fueron los encargados de cortar la cinta con la que se abrió el tráfico la que, aún ahora, es la principal arteria para el tráfico que atraviesa el municipio.

Los rellenos en el río, la alteración del paisaje desde la Alameda, las molestas de las obras y del tráfico en los dos extremos del puente y otros innumerables problemas provocaron que la polémica acompañara durante años a una obra que comenzó a finales de 1989, apenas un mes después de su adjudicación. Un año después ya era visible la V. En junio de 1991 el viaducto "tocaba tierra" sobre la autovía de Marín y en octubre de aquel año se realizaban las pruebas de carga.

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