La Xunta planteó ayer al Concello la firma de un convenio de cuatro millones de euros para llevar a cabo conjuntamente una actuación integral en la estación de autobuses y su entorno basado en una mejora de la movilidad peatonal. En este proyecto, la Consellería de Infraestruturas acepta la vieja propuesta municipal de abrir un nuevo acceso rodado a esta terminal que permitirá eliminar la actual desde la avenida da Estación, pero exige para ello que el Concello aporte el 25% de la financiación global, es decir, un millón de euros.

Esta es la propuesta que el vicepresidente autonómico, Alfonso Rueda, y la titular de Infraestruturas, Ethel Vázquez, presentaron ayer al alcalde, Miguel Fernández Lores y al concejal César Mosquera, en el marco del plan de "intermodalidad" que la Xunta programa para las terminales de bus y tren en las ciudades gallegas y en concreto en Pontevedra.

La oferta será estudiada en los próximos días por el Concello, que considera "algo elevada" la aportación municipal en ese proyecto, que incluiría, como principales novedades, no la creación de ese nuevo acceso, sino también la retirada de la cubierta sobre el río de Os Gafos en la zona que ahora sirve de salida rodada de ese recinto y la creación de una "pérgola" de conexión del recinto de autobuses con la cercana estación del ferrocarril. Además, se acometería una profunda remodelación del inmueble de los autocares, en muy deficiente estado desde hace años pese a los "parches" realizados por la Xunta.

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Así, de los cuatro millones de euros puestos sobre la mesa, dos se destinarían a actuar en la propia terminal, otro para unir las dos estaciones con esa "pérgola de uso peatonal" y el último para habilitar ese nuevo acceso, que requiere de un puente sobre el propio río. Se trata de la última propuesta para una remodelación que comenzó a estudiarse hace más de ocho meses.

Un carril-bus

El ramal para los vehículos de pasajeros se abriría por la calle Josefina Arruti, entre la avenida da Estación y el nudo de O Pino, y retiraría todos los autobuses de la fachada actual de la estación. Después de las primeras reticencias autonómicas con respecto a ese ramal, ahora la Xunta está de acuerdo con su ejecución y esgrime incluso varios estudios de tráfico para reconocer su "viabilidad".

Según las explicaciones autonómicas, la solución "pasa por una intersección regulada por semáforos para autobuses, un carril-bus en el sentido de entrada a la ciudad, y un carril de espera para los giros a la izquierda en sentido de salida". Además, se ejecutaría "un paso superior -un puente- para salvar el desnivel y Os Gafos, evitando la afección al río y al itinerario peatonal que discurre paralelo a la calle". Además, "también será necesario habilitar otra intersección regulada mediante semáforos para priorizar el acceso de autobuses a la terminal". Todo ello supondría una cierta merma de capacidad a la avenida actual para el tráfico general.

Pero para llevar a cabo este ramal, el Gobierno gallego quiere que sea el Concello el que asuma su financiación, de ahí el millón de euros que adjudica a las arcas municipales en el convenio. Lores es el que muestra ahora su disconformidad inicial con esa aportación, si bien no se niega en redondo al acuerdo. De hecho, acudía a la cita de ayer con el compromiso de llegar a aportar medio millón de euros, pero se le pide el doble. En todo caso, Rueda aceptó que "de producirse bajas en la adjudicación (es decir, que la obra total cueste menos de esos cuatro millones previstos) una parte importante de ese ahorro repercutiría en la aportación municipal".

Lores declaraba, al termino del encuentro de ayer que la prioridad municipal, incluso antes de ejecutar la calle Josefina Arruti, siempre fue disponer de ese ramal, pero su día la Xunta se negó. Ahora que lo acepta, el problema es la financiación. "Quedamos de estudiarlo y dar una respuesta en una semana", dijo el regidor pontevedrés.

Por su parte, Alfonso Rueda, recordó que el proyecto inicial de la Xunta era destinar dos millones de euros a renovar la propia estación de autobuses pero "el concello nos hizo unas propuestas que nos parecen bien pero que suponen un coste añadido, que no estaba previsto, y lo que proponemos es un convenio en el que cada administración asuma una parte. Nuestra voluntad es que salga adelante". El nuevo acceso se considera una "competencia municipal" que ronda el millón de euros, de ahí esa petición del 25% de fondos municipales para el proyecto global.

Entre las actuaciones previstas figura también una reordenación del estacionamiento ante la terminal de buses, aunque todavía sin una definición concreta, y un tratamiento peatonal a la avenida da Estación una vez que los autocares no tengan que pasar por ese punto.

En cuanto a la "intermodalidad" entre los recintos ferroviario y de transporte por carretera, la principal propuesta de la Xunta es instalar una "pérgola" de conexión peatonal que cruce la calle Otero Pedrayo. Se indica que sería "un camino cubierto de cerca de cien metros de longitud", si bien Rueda admitió que se pueden estudiar otras alternativas, toda vez que el alcalde no se muestra partidario de esta opción. También está descartado un túnel y una pasarela elevada, pero el Concello subraya que se trata de una distancia muy corta que se puede resolver sin esas estructuras.

La "pérgola" es una opción que el Concello cuestiona por "innecesaria", sus "problemas futuros e mantenimiento" y por el "escaso uso" que tendría. A juicio del gobierno local, sin una "intermodalidad" más profunda en cuanto a horarios y billetes únicos, pocos usuarios utilizan ambos sistemas de transporte de manera complementaria.