El origen de este convenio se remonta a varios meses atrás, cuando la Xunta asumió que el estado de la estación de autobuses es deplorable y las pequeñas obras ejecutadas, en especial la instalación de unos ascensores y la eliminación de las inútiles escaleras mecánicas, no mejoraron el aspecto general del recinto.

Con el paso de los meses, este proyecto se fue ampliando con la incorporación de otras actuaciones, pero sin abandonar la imprescindible renovación del recinto, como admitía ayer Alfonso Rueda al decir que "es muy necesaria".

Esos dos millones iniciales, procedentes de fondos europeos finalistas, se mantienen el programa con la intención de acometer la remodelación de la fachada, la reparación de la cubierta y la renovación de espacios interiores, entre otras actuaciones.