"Tratamos de formar y motivar al mayor número de personas condenadas o excondenadas posibles siempre partiendo de su voluntad y sus ganas ya que nosotros no obligamos a nadie a formarse ni a buscar trabajo", precisa María Rodríguez, que subraya que la motivación fundamental es lograr que esas personas "cambien de vida". De las personas con las que la Fundación Érguete trabaja a través del programa Itínere en régimen abierto, un alto porcentaje son personas que ya participaban en el programa en prisión. "Partimos de lo más sencillo a lo más complejo. Hay personas que primero hay que motivar para que cuiden su salud, que dejen de consumir. Primero detectamos las necesidades y qué le hace falta a esa persona para triunfar en la libertad y lo dotamos de todo eso, sobre todo con formación y trabajando sus habilidades sociales y personales", explica Rodríguez, responsable del programa.

Para mejorar los resultados, el programa Itínere se ha "especializado" desde que comenzó, en 2007. El año pasado, por ejemplo, se implantó en A Lama un proyecto para preparar a 15 penados para la prueba oficial del certificado de competencias clave nivel 2 que permite acceder a la formación con certificado de profesionalidad que ofertan Instituciones Penitenciarias o el INEM ya que el 70 por ciento no tiene el graduado en ESO. Todos aprobaron y diez de ellos están haciendo formación con certificado de profesionalidad dentro del penal de soldador y de panadero.