A falta de conocerse el plan funcional y el documento de necesidades del futuro hospital único de Montecelo, donde se diseñarán los servicios de todo el complejo y los destinos de los edificios actuales, la Xunta ya tiene decidido el primer uso que dará al Hospital Provincial de la calle Loureiro Crespo. Una vez que sus unidades médicas y sanitarias se trasladen al "Gran Montecelo", parte del inmueble se convertirá en una residencia para personas mayores dependientes.

Así lo anunció ayer la Xunta tras el programa que el conselleiro de Política Social, José Manuel Rey Varela, presentó en el Consello del gobierno gallego. Se trata de crear una red de siete residencias de este tipo en las ciudades gallegas, con un total de 900 plazas, 500 puestos de trabajo vinculados al sistema gallego de atención a la dependencia y 47,7 millones de euros de inversión.

El proyecto para Pontevedra, aún sin un calendario fijo ya que depende de las obras del nuevo Montecelo, establece una residencia de 120 plazas -igual que en Ferrol, Santiago, Ourense y Lugo, ya que en Vigo y A Coruña serían de 150), con 75 empleos y un presupuesto de construcción de 6.443.000 euros.

Aunque este servicio no ocupará todo el inmueble, todo apunta a que será uno de los reaprovechamientos básicos del actual Provincial puesto que, según las previsiones esbozadas ayer por Política Social, todas estas residencias contarán con áreas residenciales (la mayoría de las habitaciones serán individuales y con baños) y estancias "destinadas al alojamiento, comedor, peluquería, cuarto de enfermería, sala de estar y paseo".

Esta red gallega, denominada "Como na casa" se incluye en el Plan Estratéxico de Galicia 2015-2020 "en relación con la necesidad de incrementar la cobertura de atención a las personas en situación de dependencia". El horizonte global es el año 2020, si bien en el caso de Pontevedra previsiblemente se demorará ya que el inicio de las obras del "Gran Montecelo" no comenzarían antes de 2019.

Además de las dependencias ya indicadas, las residencias contarían con "unidades geriátricas y psicogeriátricas diferenciadas, es decir, contarán con zonas específicas para alojar, cuidar y trabajar con residentes que padezcan deterioros o trastornos cognitivos severos, para facilitar su atención".

El resto de áreas "se destinarán a zona social, con espacios para la convivencia, desarrollar actividades y recibir visitas; el área de atención especializada, que acogerá la consulta médica, las salas de rehabilitación y podología, la farmacia y una unidad de enfermería", todo ello complementado con las dependencias de administración, lavandería o cocina.

Según Política Social, a día de hoy hay una lista de espera para acceder a centros residenciales de más de 1.400 personas en Galicia, 1.212 de ellas en las ciudades y sus áreas de influencia.