Era el 25 de febrero de 1992. Ese día fallecía en Madrid el empresario José "Pin" Malvar Figueroa. Han pasado 25 años pero su recuerdo sigue vivo entre muchos pontevedreses, en especial entre los cientos de ellos que estuvieron vinculados a algunas de sus empresas: José Malvar Construcciones, Odein, Hormigones y Pavimentos (Horpasa) o Materiales del Noroeste (Manosa). Muchos de ellos participarán el próximo sábado en un funeral con motivo de este cuarto de siglo del fallecimiento del que se puede considerar como uno de los principales empresarios de la ciudad en la segunda mitad del siglo XX.

Natural de Padrón, donde nació en 1929, vivió prácticamente toda su vida en la ciudad de Pontevedra, aunque también tenía una residencia en Aguete (Marín). Falleció a los 63 años de edad en Madrid, a donde acudía periódicamente en su etapa final para tratar la enfermedad que finalmente pudo con él.

"Pin" Malvar, como era popularmente conocido, comenzó su ascensión en el mundo empresarial de la construcción en la década de los años cincuenta, cuando tomó el relevo de su padre, José Malvar Corbal, al frente de la empresa familiar Constructora Malvar, fundada por su abuelo.

A partir de ese momento, su nombre apareció ligado a la expansión de esta compañía matriz, que dirigió buena parte de sus actuaciones hacia las grandes construcciones públicas, y acabó conformando un notable grupo empresarial que lideraba el sector en Galicia.

La empresa no resistió mucho tiempo a su fallecimiento pero la huella de José Malvar aún está muy presente en la ciudad. Obras viarias como la autovía de Marín o un tramo de la autovía do Salnés, con décadas de diferencia entre ambas, destacan en el haber de la compañía, junto con edificios como viviendas en el barrio de San Antoniño o el antiguo sanatorio La Merced, en Poio, hoy propiedad de Quirónsalud. También ejecutó la torre de control del aeropuerto de Peinador.

El funeral tras su muerte hace 25 años se celebró en la iglesia parroquial de San José de Campolongo, el mismo escenario elegido por sus extrabajadores para el homenaje del próximo sábado. Y es que muchos de ellos emprendieron su vida laboral bajo la protección de "Pin" Malvar.

El empresario forma parte de la ciudad no solo en el recuerdo de muchos pontevedreses, sino también en el callejero, ya que da nombre a la calle José Malvar, entre Joaquín Costa y la rotonda del puente de los Tirantes. Además, pocos son los pontevedreses que no recuerdan sus instalaciones de Mollabao, ahora abandonadas y el total deterioro, en manos de un banco y a la espera de que el Concello pueda resolver su compra, programada hace un año.