La vecina de O Vao N.C.G.; su hijo, J.L.C.C.; y su sobrino, J.C.C., han reconocido ante el tribunal de la Audiencia Provincial de Pontevedra que ella vendía cocaína y heroína desde un galpón próximo a su vivienda del poblado chabolista y que los dos jóvenes le ayudaban como cómplices.

Así, aceptaron condenas de tres años de prisión en el caso de la mujer y un año y medio para cada uno de los varones. Los tres se sentaron ayer en el banquillo de la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra acusados de un delito contra la salud pública del que ella confesó que es autora y los dos chicos, cómplices.

Multas

La confesión llegó después de haber alcanzado un acuerdo de conformidad con la Fiscalía por el que se redujo la pena solicitada y, al menos los dos varones, se libran de entrar en prisión, ya que han sido condenados a cumplir un año y seis meses de prisión, además del pago de una multa de 4.000 euros. Por su parte, con su conformidad la mujer cumplirá tres años de prisión y tendrá que asumir el pago de una multa de 10.000 euros.

Los tres fueron detenidos en una redada desarrollada por la Guardia Civil en este asentamiento chabolista de Poio el pasado 5 de mayo de 2016.

En el galpón localizaron una báscula de precisión con restos de estas sustancias; dos cuchillos también con restos; recortes de bolsas; papel de aluminio con sustancias quemadas; un recipiente de plástico con un líquido; una libreta con anotaciones de fechas y dinero (entre otras, "última entrega de 150 euros"); 242,63 euros; 11,206 gramos de cocaína y 91,249 gramos de heroína. Esta droga habría alcanzado un valor en el mercado de 627,47 y 4.288,38 euros.

Según los hechos que recoge el Ministerio Público en su escrito de acusación, la actuación policial que permitió detener a estas tres personas se remonta a marzo del pasado año. Entonces, la Guardia Civil inició una operación en torno a una de las viviendas del poblado de O Vao de Arriba y un galpón anexo a la misma. Se establecieron los dispositivos de vigilancia correspondientes que permitieron determinar, según la acusación, que los acusados N. C. G. y su hijo J. L. C. C., que residían en dicha vivienda, utilizaban el mencionado galpón para vender heroína y cocaína a consumidores.

Supuestamente les ayudaba en esta tarea el sobrino de la primera, el acusado J. C. C., quien realizaba labores de vigilancia en el principio del callejón por el que se accede a la mencionada vivienda y galpón, acudiendo en distintas ocasiones a este cobertizo para dar información a los otros dos acusados, así como a acompañar a algún posible comprador.

Registro

Finalmente, el 5 de mayo se procedió a realizar un registro, autorizado por el juzgado número 2 de Pontevedra que instruyó el caso, encontrando a los dos principales acusados en el interior. En el momento en el que los agentes irrumpieron en la casa, la acusada arrojó unas llaves detrás de un sofá para tratar de ocultarlas, siendo estas las que abrían la puerta del galpón en el que supuestamente vendían la droga.

En este cobertizo fueron localizados una báscula de precisión y dos cuchillos con restos de sustancias, recortes de bolsas, papel de aluminio con restos quemados, una libreta con anotaciones de fechas y dinero, 242 euros y, finalmente, 11 gramos de cocaína y 91 de heroína que iba a ser destinada a su venta a terceras personas.

A la vista celebrada ayer en la Audiencia de Pontevedra acudieron numerosos familiares y vecinos de los acusados, que llenaron las bancadas del público de la sala de vistas.