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El meollo

El mareo de Marea

El mareo de Marea

El meollo de la cuestión está en adivinar si la sorprendente predisposición de Marea Pontevedra a firmar un pacto de gobierno con el BNG en el Ayuntamiento responde a una de estas tres posibles opciones: A) un órdago suicida. B) un farol como una catedral. C) un cheque al portador ya negociado de antemano. Yo creo que se trata de la opción C.

Luís Rei, que es del gremio de la información, sabe bien que a las hemerotecas, las carga el diablo, mal que nos pese. Eso ocurre con lo dicho y rubricado por Marea Pontevedra y por él mismo como su portavoz sobre el equipo de gobierno del alcalde Lores durante el último año y medio: páginas y páginas de ayer, como quien dice, que retratan hoy su inexplicado giro copernicano. O sea el mareo de Marea.

Todavía no conocemos que es lo que ha hecho cambiar su hoja de ruta, pero sí sabemos que el BNG no se ha movido un ápice de su enroque habitual. Sea lo que fuere Podemos y sus socios andan locos, de aquí para allá, por pisar moqueta y tocar poder. Ahí radica el quid del asunto.

La asamblea general de Marea Pontevedra, que está legitimada para corregir en cada momento el rumbo de su mini grupo municipal, parece que no ha autorizado tanto una negociación, como que más bien ha bendecido un acuerdo ya precocinado con el BNG. Por activa y por pasiva se adivina la buena mano de algún chef estrella compostelano en la elaboración del apetitoso suflé municipal, que está listo para servirse todavía caliente.

La falta de credibilidad de Luís Rei ha surgido precisamente por culpa de las interferencias previas de Luís Villares y Martiño Noriega. Callados estaban más guapos. La entrada en escena sobre las aguas del Lérez del portavoz parlamentario de En Marea y del alcalde de Compostela, lo cambió todo. Hoy por ti en Pontevedra, mañana por mí en Santiago, a la hora de aprobar los presupuestos municipales. Ahí empezó el pasteleo a oscuras, sin luces ni taquígrafos, para abrir ese tiempo nuevo que solo vislumbra Luís Rei.

Lo cierto y verdad es que media ciudad está en la inopia de lo que se cuece realmente y la otra media da por descontado un gobierno de coalición BNG-Marea en el Ayuntamiento, incluso antes de conocerse los 50 asuntos que Rei quiere negociar con Lores para oficializar ese acuerdo virtual. Por algo será.

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