El portavoz de Marea Pontevedra, Luis Rei, expresó ayer la disposición de su partido para ofrecerse al Bloque Nacionalista Galego, que ostenta en minoría la alcaldía de la ciudad del Lérez, para construir una "mayoría de progreso" que de "estabilidad" al gobierno municipal en los dos años que restan de mandato.

En una comparecencia celebrada en Pontevedra, Luis Rei y el coordinador de Marea, Xoán Hermida, han explicado que este nuevo "tiempo político" se produce después de que el debate del presupuesto municipal para 2017, que fue aprobado gracias a su abstención, haya abierto una "posibilidad" de entendimiento con el gobierno local del Bloque Nacionalista Galego.

"Estamos dispuestos a abordarlo sin reservas", ha afirmado Hermida, que ha desvelado que esta estrategia ha sido consensuada con la asamblea general de la formación, celebrada hace unos días, en donde se aprobó "graduar" su posición política.

Marea asegura que desde el principio el partido se marcó ser "contundente" para denunciar los "déficit" del Ayuntamiento de Pontevedra en materia social, ambiental y de salud democrática, pensando en una segunda mitad de mandato con un carácter "más propositivo" para mostrar "con nitidez" que el partido está "preparado para gobernar".

"Estamos en el ecuador del mandato y creemos que ha llegado el momento", ha añadido el coordinador de Marea Pontevedra.

"Rectificación" del BNG

Tras la "rectificación" del Bloque Nacionalista Galego en materias "centrales", Luis Rei ha emplazado a los nacionalistas a estudiar las "coincidencias" entre ambos partidos que permitan articular "algún tipo de entendimiento", explorando la posibilidad de llegar a acuerdos que sean "beneficiosos" para todos "sin renunciar al mandato de ser críticos".

Marea presentará al grupo político que encabeza el gobierno local un documento con cincuenta medidas con las que pedirán que "miren a su izquierda" y, según Rei, si el grado de coincidencias es "alto" la coalición apoyaría las modificaciones de crédito y los presupuestos que presenten los nacionalistas hasta el final del mandado, permitiendo gobernar Pontevedra "con una garantía de estabilidad".

"No estamos cerrados a nada", ha matizado Rei, que espera que esta "mano tendida" al BNG sea aceptada y ambos partidos puedan iniciar un diálogo "productivo" en el que no haya "líneas rojas" y en la que las dos partes se encuentren "cómodas"