El número de desempleados que cobran algún tipo de prestación o subsidio se ha ido reduciendo de forma progresiva en la provincia de Pontevedra a lo largo del último lustro. Los sindicatos calculan que la mitad de las personas que se encuentran en paro ya no reciben ningún tipo de prestación o subsidio y los datos que maneja el Gobierno así lo confirman. Según las últimas cifras expuestas en el Congreso de los Diputados, en la provincia de Pontevedra una media de 15.182 desempleados que cobran la prestación contributiva por desempleo, con datos hasta el pasado octubre. La última cifra completa, la de 2015, apunta a que el número de perceptores de esta prestación fue de 17.482, frente a los 30.378 de 2011, lo que supone un descenso de un 42% de los parados que reciben la prestación contributiva a la que tienen derecho tras años de cotización cuando estuvieron empleados.
La razón de este importante descenso en el número de parados que perciben esta prestación es evidente. La crisis dejó a miles de trabajadores en la calle que, tras agotar la prestación que les correspondía no han encontrado trabajo convirtiéndose en desempleados de larga duración o, si lo han hecho, no ha sido por tiempo suficiente para generar nuevos derechos para cobrar el paro.
Este importante descenso del número de parados sin derecho al cobro de la prestación debería conllevar de forma lógica que se disparasen las concesiones de ayudas o subsidios a desempleados en situación de emergencia o con cargas familiares, pero no ocurre así. De hecho, el total de beneficiarios por ayudas o prestaciones de nivel asistencial (no contributivas) en la provincia también bajó desde 2011 en un 11,5%. De las 28.286 de 2011 se pasó a las 27.907 de 2015, si bien es cierto que en años intermedios como 2012, 2013 y 2014 los subsidios se llegaron a situar por encima de las 30.000 personas perceptoras, llegando incluso a los 31.302 en 2013, año récord en cuando a perceptores de ayudas.
El descenso en este apartado se produce por la reducción del número de perceptores del subsidios por agotamiento de la prestación contributiva, que pasó de los 10.234 de 2.011 a 8.018 cinco años después. Los sindicatos explican esta situación en la aparición de empleos poco estables y precarios que han podido paliar en parte esta situación pero también al hecho de que muchos desempleados de larga duración desistieron de anotarse en el INEM, condición indispensable para optar a este tipo de ayudas si se cumplen los requisitos.
Y es que el resto de los subsidios por desempleo que se conceden a los pontevedreses sí crecen o se mantienen con respecto a los niveles de hace un lustro. Así, aumentó de 3.577 a 4.564 el número de perceptores del subsidios por cotización insuficiente para acceder a la prestación contributiva, lo mismo que el número de perceptores de la ayuda para desempleados mayores de 55 años (son 8.568 el pasado año) y los que perciben la Renta de Inserción Activa (que suman más de cinco mil en los últimos tres años, frente a los cuatro mil de 2011). También aumentó el número de emigrantes retornados que solicitaron estas ayudas (pasaron de 157 a 184).
Según los datos del Gobierno (en respuesta a una pregunta formulada por el diputado pontevedrés del PSOE Guillermo Meijón), este descenso de los parados con algún tipo de cobertura por desempleo se deja notar también en el gasto total del Estado en este tipo de prestaciones y subsidios. Así, en las contributivas se pasó de un gasto anual de 457.000 euros en 2011 a 263.776 en 2015.
Gasto en prestaciones
En cuanto a las cantidades destinadas al pago de subsidios y ayudas, estas también descendieron y pasaron de los 149.192 de 2011 a los 107.672 de 2016 hasta noviembre (el último año completo, el de 2015, el gasto fue de 128.000 euros). En total, el gasto en prestaciones y ayudas al desempleo pasó de 626.000 euros anuales en 2011 a 420.680 en cinco años. El Estado gasta ahora un 33% menos en prestaciones y ayudas a los parados que hace cinco años.
