El Tribunal Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia dio la razón al Concello en un pleito que mantenía desde hace años con Augas de Galicia. La institución dependiente de la Xunta reclamaba al Consistorio de Poio el pago de una obra de saneamiento llevada a cabo en la pasada década en San Martiño y Portosanto, ubicados en las parroquias de San Xoán y San Salvador.

El conflicto surgió porque tras la adjudicación, la empresa contratada ofreció una rebaja en el presupuesto, pero la Xunta solo llevó a cabo la quita en la mitad que tenía que pagar.

Ante esta situación, el Concello apostó por no pagar la mitad del convenio que le respondía, ya que entendía que había un prejuicio de 42.000 euros en su contra. Años después, el TSX le dio la razón y, aunque la Xunta puede apelar, desde el Consistorio esperan que no lo hagan y se confirme una noticia que, aunque aporta "no supone una gran cantidad, es muy positiva para las arcas municipales".