La próxima empresa que asuma el servicio municipal de agua cobrará a los usuarios por lo que realmente consuman. El próximo contrato suprimirá la cuota fija de 15 metros cúbicos (algo más de cuatro euros para los domicilios) que se incluye en todos los recibos se gasten o no. Esta es una de las novedades del concurso que el Concello quiere aprobar en los próximos días.

El contrato actual, firmado en 1997 por veinte años, expira el próximo 28 de febrero, si bien no da tiempo a resolver el proceso en ese escueto plazo por lo que la empresa concesionaria, Viaqua, seguirá al frente del servicio hasta disponer de una adjudicataria, previsiblemente a finales de año.

Al margen de los cambios en el recibo, el gobierno local quiere incorporar al contrato diversas prestaciones que hasta ahora no son obligación de la concesionaria. Todo ello elevará de forma notable el coste del servicio, ahora fijado en seis millones de euros anuales.

En el caso del consumo mínimo, cualquier abonado paga una cuota fija de servicio de ocho euros cada dos meses, más 4,5 euros por 15 metros cúbicos, se consuman o no. Además, hay un euro más por "conservación del contador". Estas tarifas se repiten, aunque con unas cuantías algo diferentes, en el capítulo de saneamiento. Con el nuevo contrato habrá una variación sustancial y desaparece el consumo mínimo, pero no las otras cuotas fijas, si bien el gobierno local no se atreve a pronosticar que haya un descenso general del recibo.

La Concejalía de Facenda pretende convocar este mes el nuevo concurso para adjudicar el servicio municipal de agua por lo que los servicios técnicos tienen "prácticamente acabados tantos los pliegos, como el estudio de viabilidad y el proyecto de explotación", entre otra documentación del próximo servicio, según explicó ayer el concejal responsable del área y portavoz del gobierno local, Raimundo González Carballo.

Moratoria

El actual contrato finaliza el próximo 28 de febrero y ya está lista también una moratoria de la adjudicación otorgada por 20 años en 1997, para que la empresa Viaqua continúe con el servicio hasta resolverse el nuevo proceso, a finales de año aproximadamente.

"Pretendemos que en el nuevo contrato vayan todas las cuestiones relacionadas con el ciclo del agua" subraya Raimundo González, quien explica que la concesión actual incluye solo el agua en alta desde que sale del embalse del Pontillón o del río Lérez hasta la estación potabilizadora; el agua en baja, desde la estación potabilizadora hasta que sale por el grifo en los domicilios; y el saneamiento, desde las casas hasta la estación depuradora de Placeres. Sin embargo "hay una gran cantidad de prestaciones que no vienen recogidas en el contrato actual y que vamos a incluir en el próximo", según señala el concejal.

Así, la concesionaria del nuevo contrato tendrá que asumir nuevas competencias, como toda la red de pluviales; el mantenimiento de las fuentes públicas, alrededor de 400 sumando las urbanas y las rurales; o la conservación y reposición de los contadores y acometidas, de modo que los usuarios solo tendrán la obligación de instalar el primer contador y hacer la acometida entre la red general y la vivienda o edificio.