El asfaltado del cruce de Benito Corbal con Blanco Porto, que obligó a la Policía Local a establecer un amplio dispositivo de tráfico en parte del centro urbano, duró el doble de lo previsto, hasta ocho horas, pero los atascos y retenciones fueron menos de los esperados, según constataron los agentes. Las obras tenían una duración programada de unas cuatro horas, pero finalmente el cierre a la circulación de ese tramo de Benito Corbal se prolongó desde las nueve de la mañana hasta las cinco de la tarde aproximadamente.

En ese tiempo cuatro calles permanecieron con el sentido inverso al habitual: Joaquín Costa, Blanco Porto (hasta Cruz Gallástegui), Lepanto y José Millán. La circulación fue intensa en puntos como San Antoniño, Eduardo Pondal y Uxío Novoneyra y se registraron atascos parciales, pero no los de las dos jornadas anteriores, por el asfaltado de San Antoniño. La razón puede estar en que ayer había presencia de agentes en la calle, que se echó en falta en los días previos.