La Estación Fitopatolóxica de Areeiro recomienda tratar "cuanto antes" los árboles dañados por los temporales para evitarles enfermedades. Especialmente, con motivo de la elevada humedad advierte de la necesidad de actuar sobre todo en los cítricos, frutales y boj para evitar infecciones.

Muchos árboles sufrieron roturas de ramas de grandes dimensiones o pequeñas fracturas que afectan a parte del tronco. En los peores casos han dejado solo un segmento del tallo pegado a la raíz, si bien el ejemplar ha sido completamente derribado, y el consejo de Rosa Pérez, responsable de la Unidade de Artrópodos, es que las ramas se limpien y reparen y los restos de los árboles ya desaparecidos que quedan sobre la tierra sean retirados, ya que podrían pudrir con el paso del tiempo.

Tras la operación de limpieza de las ramas, aconseja aplicar productos cicatrizantes con fungicidas para evitar la entrada de enfermedades a través de las heridas.

Por lo que respecta a los cítricos, la técnico de Areeiro recuerda que las lluvias y la humedad favorecerán las infecciones por lo que es importante retirar tanto los frutos caídos al suelo como los que permanecen en el árbol y que están podridos, a fin de evitar contaminaciones.

Sugiere destruir los frutos retirados, también evitar cualquier acumulación de agua en el entorno de las raíces y recuerda la posibilidad de aplicar productos preventivos. Asimismo, se pide extremar la vigilancia del boj para detectar síntomas de hongos y suministrar en ese caso los tratamientos oportunos.

Para los frutales en general aconseja aplicar, en cuanto la meteorología lo permita, uno de los tratamientos que se indican para el invierno.