El mundo de la cultura y, muy especialmente, los coros, sociedades musicales y bandas han recibido con gran pesar la noticia del fallecimiento de José Verea Montero, un reconocido director, autor y profesor que ha encabezado la Sociedad Coral Polifónica de Pontevedra, el Coro de los Excantores de los Institutos y la Banda de la Escuela Naval Militar de Marín, entre otras agrupaciones.

Los restos de José Verea, que falleció en la madrugada de ayer, son velados en la sala 3 del tanatorio San Marcos de Marín. La iglesia parroquial de San Jorge de Mogor acogerá hoy a partir de las cuatro y media de la tarde el funeral de cuerpo presente, tras el que se procederá al entierro en el Cementerio Municipal de Marín.

La Polifónica no faltará en la despedida Verea Montero. Los cantores pondrán la música al funeral en una intervención que encabezará la actual directora de la agrupación musical capitalina, Nanette Sánchez Ordaz.

Nacido en San Mamede de Os Ánxeles, en el municipio coruñés de Oroso, en 1934, la práctica totalidad de la carrera profesional de Verea Montero ha estado ligada a la ciudad del Lérez. "Ha sido fundamental en el estudio de la música capitalina; una persona generosísima con esta ciudad", señala el ex presidente de la Sociedad Filarmónica, José Luis Fernández Sieira, que recordaba que "el pasado verano los Amigos de Pontevedra le rendimos un homenaje precisamente por esa implicación en la vida musical de la ciudad, no solo como director de la Polifónica sino del Coro de los Ex alumnos de los Institutos y del primer coro infantil ligado a ese centro. Fue un hombre fundamental para el desarrollo de la vida musical de esta ciudad, sobre todo de la música coral".

Fernández Sieira, amigo personal del fallecido, es uno de los recuerda que "cuando la Polifónica fue expulsada del Museo él se encargó de la dirección de la coral, que tenía que ensayar en un lugar completamente inadecuado, y a pesar de todo él, que venía a diario de su casa de Mogor para dirigir los ensayos, no dudó en ponerse al frente, en poner al día la coral y reconvertirla para que volviese a ser como en sus mejores momentos".

El propio director recordaba con especial cariño sus años el frente de la Polifónica. "Con la Coral", explicaba a FARO el pasado verano, "fuimos por varias ciudades de España; también dimos conciertos y Portugal y Francia, llevábamos el nombre de Pontevedra por todos esos lugares".

Carlos Valle, presidente de la Sociedad Coral Polifónica, lamentó la gran pérdida que supone la muerte del director y compositor, "en primer lugar lo es para la cultura musical de Galicia, porque Verea era una personalidad importante, un hombre con una hoja de servicios impecable tanto en su profesión como músico militar como, sobre todo, por su gran labor con el Coro del Instituto, con la Polifónica, para la que compuso alguna obra que interpretamos nosotros habitualmente. En clave musical es una grandísima pérdida".

Verea Montero se hizo cargo, asimismo, del Coro de los Ex cantores de los Institutos. Su sucesor en la dirección, Enrique Lareo Martín, es otro de los que lamenta la desaparición de "un hombre de una calidad humana impresionante y un magistral director y compositor, un maestro del ámbito musical".

Desde 1952 en la Armada

Como compositor el fallecido registró más de 180 obras, desde poemas sinfónicos a dos misas, cuartetos y quintetos para instrumentos de cuerda y viento y pasodobles y marchas militares para bandas de música, no en vano en 1952 ingresó como músico en la Armada y en 1974 obtuvo el número 1 en el acceso al Cuerpo de Directores de Música de la Armada. Encabezó inicialmente la música de la Zona Marítima del Cantábrico y a partir de 1977 y hasta 1990 la de la Escuela Naval Militar de Marín.

El comandante director de la ENM, José Manuel Torrente, recordaba ayer esta larga vinculación a la banda del centro castrense. "Fue autor de numerosas obras y marchas militares, entre las que se encuentran algunas tan entrañables como la Marcha de Guardamarinas y la Marcha del Almirante, con cuyos acordes aún hoy desfilan los alumnos de la Escuela", señaló antes de transmitir las condolencias del centro a la familia y los amigos del fallecido.

José Verea también musicó obras del polígrafo pontevedrés Filgueira Valverde, "unas composiciones brillantísimas", precisa Enrique Lareo, "afrontando con acierto el reto de que éramos un coro de niños".

Se formó como músico en los conservatorios de Santiago, A Coruña y el Real Superior de Madrid. Recordaba en las páginas del diario decano que "estudié con profesores particulares y me examiné por libre en Madrid, antes no había la cantidad de conservatorios que hay ahora ni había las mismas oportunidades".

Tal vez por ser consciente de esta falta inicial de opciones para los alumnos gallegos José Verea se definió por su entrega a los estudiantes tanto en el Conservatorio de Pontevedra (donde ejerció entre 1972 y 1989) como en el de Santiago, donde fue responsable de la Cátedra de Formas Musicais, Harmonía e Composición. "Musicalmente es una gran pérdida y como persona era extraordinario, también como docente? Recuerdo decenas de anécdotas de él desde que yo con 10 años empecé en el Coro del Instituto, José Verea era encantador y manejaba psicológicamente el coro muy bien, con una gran entrega a los niños", destaca Enrique Lareo.