El castillo de Soutomaior y sus jardines se mantendrán cerrados al público "con carácter indefinido" hasta reparar los numerosos daños causados por el temporal del pasado fin de semana. Según confirmó ayer la Diputación de Pontevedra -propietaria del recinto-, los importantes desperfectos ocasionados en todo el recinto y por cuestiones de seguridad se acordó mantener las instalaciones cerradas por un periodo indeterminado hasta que se reparen todos los daños y se garantice la seguridad de los visitantes.

El portavoz del gobierno de la Diputación, Carlos López Font, aseguró ayer que el temporal afectó a una parte del mobiliario y estructuras de la finca, además de provocar la caída de numerosos árboles. Y aunque señaló que ya se trabaja para restablecer la situación, rechazó dar un plazo para la apertura. "Sería una temeridad establecer una fecha puesto que se trata de hacer las cosas bien y en las mejores condiciones. Intentaremos que sea lo más rápido posible y esperamos que pueda volver a abrir en pocos días, pero en todo caso será cuando exista una total garantía de seguridad, que es lo que más nos preocupa", apuntó.

Los daños en todo el parque fueron muy importantes. En concreto, en la entrada del recinto medieval se precipitaron dos ejemplares de gran porte que impedían el paso a los vehículos y derribaron una parte del muro de cierre y dos cordones del viñedo, en cuya zona alta además se cayó un eucalipto. En la parte baja de la finca el viento derribó un alcornoque centenario de más de veinte metros de altura, que en su caída tiró parte de una camelia también de un siglo de antigüedad. En las proximidades, el temporal también tumbó un cedro que destrozó uno de los bancos del parque, y otros dos ejemplares se cayeron junto al aparcamiento.

A este problema se unen multitud de ramas esparcidas por todos los jardines que hacen intransitable el recinto, mientras que las rutas de senderismo permanecen cortadas por la caída de árboles en su recorrido, así como por las ramas que se mantienen colgando con riesgo de desprenderse. López Font también señaló que el fuerte temporal causó un corte en la corriente eléctrica de las instalaciones del castillo y también ocasionó daños en la carpa que emplea la Pousada.

También el invernadero sufrió importantes daños, ya que el plástico exterior resultó rajado en varios puntos y se arrancó la cubierta que da sombra a la instalación. También una rama de un árbol alcanzó el tejado del molino y en la parte del bosque hay varios árboles arrancados de raíz. Las especies más afectadas fueron el ciprés, la acacia y el madroño, aunque también fueron derribados algunos robles, pinos y eucaliptos.