La Diputación de Pontevedra ha acordado cerrar con carácter indefinido el complejo del Castillo de Soutomaior tras los numerosos daños ocasionados por el temporal del pasado fin de semana. El viernes 3 de febrero la institución provincial alertó del cierre de los castillos de Sobroso y Soutomaior por la grave situación climatológica y las alertas roja y naranja en la provincia, pero los daños mayores y razones de seguridad han provocado que el de Soutomaior permanezca cerrado hasta que se pueda determinar su apertura, una vez se restablezca la seguridad de las personas y que los daños ocasionados estén reparados.

El temporal afectó al mobiliario y estructuras de la finca, además de provocar la caída de numerosos árboles. Multitud de ramas hacen el recinto intransitable, situación que se repite en las rutas de senderismo, cortadas por la caída de árboles en su recorrido, así como otras ramas y copas, que se mantienen colgando con riesgo de caída. Además, se fue la corriente eléctrica en las instalaciones del castillo y el temporal ocasionó daños en la carpa que emplea la Pousada.

En concreto, en la entrada de la finca cayeron dos árboles que impedían el paso a los vehículos, aplastaron la barandilla del muro y dañaron dos cordones del viñedo, en cuya zona alta además cayó un eucalipto. En la parte baja del parque cayó un árbol centenario, de más de 20 metros de altura, que en su derrumbe rompió parte de una camelia, también de más de 100 años de antigüedad. Próximo a este, también se desplomó un cedro, destrozando uno de los bancos del parque. Otros dos cedros, en el límite inferior del parque (limitando con el aparcamiento), afectaron a varias de los manzanos de la zona.

También el invernadero sufrió importantes daños: el plástico se encuentra rayado y el objeto que lo recubre para darle sombra fue arrancado. La carretera por la que se accede a la capilla también está cortada debido a la caída de un cedro, una de cuyas ramas alcanzó al molino. En la parte del bosque hay una grande cantidad de copas rotas y árboles arrancados de cuajo. Las especies más afectadas fueron cipreses y acacias y también fueron derribados algunos robles, pinos y eucaliptos.