La feria de oportunidades Stock Pontevedra cerró ayer sus puertas en el Recinto Feiral después de tres días durante los cuales el público pudo disfrutar de precios especiales en productos de todo tipo: textil para mujer, hombre y niños; calzado de la actual temporada y otras; decoración, muebles y antigüedades; artículos del hogar en general; de cocina, y de deportes, entre muchos otros.

El mal tiempo afectó notablemente este año a la feria, ya que el temporal hizo que muchos pontevedreses se quedasen durante sus horas libres en sus casas. Fue ayer domingo, último día del evento y, precisamente, el que suele atraer a más público, cuando los comerciantes constataron que la afluencia de potenciales clientes se incrementaba. Esas horas fueron la que salvaron esta edición.

"El mal tiempo afectó muchísimo y se notó en el número de visitas. Aún así, la mayoría de los comerciantes con los que hemos hablado estaban satisfechos porque hoy por la tarde (por ayer) hubo muchísima gente", explicaban ayer desde la organización, a falta de conocer el número definitivo de asistentes. Y es que en la anterior edición, la celebrada el año pasado por estas fechas, Stock Pontevedra había recibido la visita de cerca de 17.000 personas.

Uno de los atractivos de la feria es que los comerciantes ponen a la venta sus productos de stock, entre ellos muchos de primeras y prestigiosas marcas, lo que atrae al público.

Organizado por el Centro Comercial Urbano Zona Monumental, el evento ya se ha convertido en un referente de las primeras semanas de principio de año, en los días posteriores a las rebajas. Para ello, los 4.500 metros cuadrados de exposición permiten que los comerciantes puedan acercar sus productos a un público potencial de 20.000 personas. Son cerca de 70 comerciantes los que se han animado este año a participar en la feria.

Además, para facilitar las compras de las familias más jóvenes, la organización ofrece un servicio de guardería gratuito y de cafetería. De hecho, ayer por la tarde se podía ver un público muy variado en el Recinto Feiral, sin distinción de edades.