La Policía Local de Pontevedra impuso el pasado año más de un centenar de sanciones a propietarios o cuidadores de animales de compañía, la práctica totalidad perros, por la inobservancia de la normativa sobre su tenencia, cuidados y medidas preventivas para evitar posibles daños causados a terceros. En su mayor parte, las sanciones tenían que ver con la falta de cuidado a la hora de con la ausencia de la documentación y seguros necesarios por tratarse de animales potencialmente peligrosos o por llevarlos sin la correspondiente cadena y bozal. Estos aspectos suman en total 81 de las 109 sanciones.

Por apartados, la denuncia más repetida, en un total de 45 ocasiones, es la carencia por parte del animal del microchip obligatorio que identifica de forma correcta a cada mascota. En segundo lugar, portar al perro sin cadena o mascota fue la causa de otras 39 sanciones. Un tercer bloque más numeroso de denuncias tenía que ver únicamente con las obligaciones derivadas de la tenencia de perros potencialmente peligrosos. En un total de 17 casos, el propietario carecía de la licencia correspondiente, hay otras 15 denuncias por carecer del seguro obligatorio y un 10 más por no estar anotado el animal en el registro de animales potencialmente peligrosos. Los agentes municipales formularon otras diez denuncias contra propietarios de este tipo de animales que se encontraban sueltos en la calle. Desde la Policía Local aclaran que en varios casos se daba la circunstancia que un mismo propietario de un animal incumplía varias de estas infracciones a la vez por lo que también acumulaba otras tantas denuncias diferentes.

Daños y molestias

Fuentes de la Jefatura explicaron ayer que no observar las normativas en vigor sobre esta materia no solo provoca molestias de diversa índole al resto de los vecinos, sino que hacen necesario este control por parte de los agentes de la Policía Local sobre los propietarios de animales, inspecciones que continuarán en 2017. Señalan que el deterioro de algunos jardines, el coste económico que supone repararlos, y la sensación de temor e intimidación sobre todo de niños y ancianos ante perros que se encuentran libres y que les impiden disfrutar con tranquilidad de los espacios públicos son algunas de las causas que llevaron a los agentes municipales a intensificar sus controles a lo largo del pasado ejercicio. Recuerdan, asimismo, que el cumplimiento de la norma debe ser especialmente escrupulosa en lo que respecta a aquellas especies catalogadas como potencialmente peligrosas en donde además se imponen las sanciones más severas (de entre tres mil y quince mil euros).

Durante el año 2016, tras una primera parte de la campaña de carácter informativo y de sensibilización hacia los propietarios de los animales recordando las responsabilidades que les compete en esta materia (por las razones antes señaladas, como daños al patrimonio o molestias a los ciudadanos), la Policía lanzó esta segunda fase de carácter sancionador.

Hasta quince mil euros

Además de las denuncias ya señaladas se produjeron otras seis por casos de maltrato a los animales y tres más por no recoger los excrementos que las mascotas dejaban en la vía pública. Otras 18 sanciones se impusieron por distintos incumplimientos de la normativa.

Las sanciones, dependiendo de si se trata de faltas leves, graves o muy graves, pueden ir desde los 30 a los 300 euros, de los 300 a los 3.000 y finalmente hasta los 15.000 euros. De hecho, en aquellos casos más flagrantes la Policía Local recuerda que se pueden incluso a llegar a instruir diligencias por la vía Penal.

Excrementos

Como curiosidad, señalar por ejemplo que la no recogida inmediata de excrementos en la vía pública supone una sanción leve, de entre 30 y 300 euros, mientras que el abandono o el maltrato, su no vacunación o no llevar un adecuado control veterinario están considerada faltas graves sancionadas con entre 300 y 3.000 euros.