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Luis Campos Villarino: "Si somos una de las mejores sanidades del mundo es por el esfuerzo de sus profesionales"

"El médico ve mucho dolor, mucho sufrimiento... Nunca se acostumbra uno a esas cosas, nunca"

Luis Campos Villarino: "Si somos una de las mejores sanidades del mundo es por el esfuerzo de sus profesionales"

"Mi vocación", recuerda Luis Campos Villarino, "surgió cuando estaba estudiando el Bachillerato superior porque tengo un hermano que es médico que en aquel momento estaba haciendo la especialidad de Cardiología y yo tenía por costumbre leer los libros de Medicina que él utilizaba, así se despertó mi interés y mi conciencia de que era una carrera que tenía por objetivo ayudar a los demás".

-Hereda en todo caso la dedicación a la ciencia

-Si, un tío mío fue catedrático de Farmacología en la Universidad de Santiago y llegó a ser vicedecano de medicina, y tanto mi abuelo paterno era médico como mi tío-abuelo trabajaban en el ámbito rural en Ourense así que si, era una tradición familiar, la de médico no era una profesión desconocida.

-¿Qué recuerda especialmente de la Pontevedra de su infancia?

Eran otras épocas, otros tiempos, era una ciudad muy tranquila, de provincias, poco más que una villa, en donde habitualmente y durante largos meses de otoño e invierno nunca pasaba nada. Ahora que vivimos esta cadena de borrascas recuerdo que era habitual que empezara a llover sobre el 15 de octubre y no parase hasta bien entrado abril, casi lloviendo un día si y otro también, el clima ha cambiado mucho. Había muy pocos coches, se circulaba con mucha facilidad, se podía caminar por las calles, era una vida completamente distinta y se hacía fundamentalmente en el entorno familiar, a diferencia de hoy, que los jóvenes disfrutan de la ciudad de una manera distinta.

-¿Estudió en Santiago?

-Si, el Bachillerato en el colegio Manuel Peleteiro y ya me quedé en Santiago para hacer Medicina entre 1971 y 1977.

-¿Dónde empezó a ejercer?

-Una vez que terminé Medicina me fui para Cádiz, al hoy Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz para ejercer mi especialidad, que es la Medicina Nuclear.

-¿Volvería a ser médico si tuviese oportunidad de empezar de nuevo?

-No se crea que es una pregunta fácil de responder, es complicado porque como médico vocacional diría que por supuesto que si pero desde el punto de vista profesional, visto lo que ha acontecido a lo largo de todos estos años en los que llevo ejerciendo en el ámbito sanitario, y estamos hablando de 43 años de ejercicio, compruebo que a la profesión se le exige muchísimo más, pero muchísimo más, de lo que se le da. Es una profesión muy bonita, que requiere de la comprensión, por supuesto de los ciudadanos y de los pacientes, pero también de la administración, hay que cuidarla para que se puedan conseguir estándares de calidad que al final redunden en lo que se busca, que es lo mejor para los pacientes. Esta profesión engancha y cuando uno la está ejerciendo no piensa en otra cosa que no sea lograr lo mejor para el paciente, para curarlo, y eso es algo muy bonito y difícil de explicar la satisfacción que produce.

-Este país cuenta con una de las mejores sanidades del mundo ¿diría que es por el esfuerzo de las administraciones?

-No, lo de una de las mejores sanidades del mundo se ha venido diciendo durante muchos años por parte de nuestros políticos pero sin duda si somos eso, una de las mejores sanidades del mundo es por el esfuerzo de sus profesionales, de todos los profesionales sanitarios, y no de las administraciones. Es por ese esfuerzo que se consigue esa calidad tan elevada, más incluso que la que se logra en países que dedican más incluso del PIB que dedica España a sanidad.

-Un médico es testigo de mucho dolor

-Si, el médico ve mucho dolor, mucho sufrimiento, lógicamente hay especialidades en donde se ve más, por ejemplo los médicos de cuidados paliativos o los que tratan a pacientes oncológicos, aunque últimamente ha aumentado mucho la esperanza de vida de los pacientes con cáncer pero, bueno, llegan momentos en que tras haber atendido a un paciente a lo largo de años se produce un dolor y un gran sufrimiento cuando se ve que ese paciente se nos puede escapar. Desgraciadamente eso ocurre, cada vez menos porque fruto del conocimiento científico y de los aportes terapéuticos la supervivencia de estos pacientes cada vez es mayor, pero todavía ese sufrimiento lo vemos, lo padecemos y lo sentimos como nuestro.

-¿Se acostumbra uno?

-Nunca se acostumbra uno, a esas cosas nunca, y realmente el médico siempre establece con el paciente unos vínculos que van mucho más allá de esa relación médico-paciente que soporta el negro sobre blanco, lo que está escrito, va más allá, es la relación afectiva, de complicidad, durante todo el proceso de tratamiento de la enfermedad, y eso conlleva ese dolor y sufrimiento del médico, que muchas veces padece en soledad.

-En las más de cuatro décadas que lleva ejerciendo se han producido avances decisivos en su especialidad

-La especialidad de Medicina Nuclear ha avanzado mucho sobre todo de la mano de la tecnología, cuando yo empecé se trabajaba con unos equipos de diagnóstico que se llaman gammacámaras y hoy son equipos digitales, con una calidad y una resolución de imagen que no se pueden ni comparar con lo que había entonces, sistemas tomográficos que incorporan incluso equipos de radiología como son los TAC o los PET (tomografía por emisión de positrones ) más avanzados que no tienen nada que ver con aquellos equipos con los que empezamos. En paralelo a la evolución tecnológica también lo ha hecho muy significativamente la farmacia, los compuestos que utilizamos para estudiar la fisiopatología de muchas enfermedades, el avance en general ha sido inmenso sobre todo tras la aparición de los PET, que es el arma más avanzada de diagnóstico que tenemos hoy dentro de la Medicina Nuclear.

-¿Cómo será la medicina del futuro?

-Empieza a ser una realidad la medicina basada en el genoma, la medicina genómica que va a permitir tratar muchas enfermedades desde su origen; también está la medicina biológica, los avances que se están produciendo en el tratamiento de distintas patologías víricas, el lector será consciente de que hay nuevos medicamentos para tratar una enfermedad con una alta prevalencia como es la hepatitis C cuando antes carecíamos de ellos. También hay nuevos fármacos para tratar procesos oncológicos con una efectividad altísima que hasta hace 5 o 10 años ni se soñaba con ellos. Todo ellos supondrá un incremento de la esperanza de vida y también de la calidad de los pacientes crónicos, pero ello también conllevará un incremento, y se está viendo ya, muy significativo del gasto farmacéutico derivado de estos fármacos innovadores y de la cronificación de procesos patológicos que antes tenían una evolución más aguda. Las autoridades tienen que ser conscientes de que vista la evolución de la sanidad hay que incrementar el porcentaje del PIB destinado a gasto sanitario.

-Somos cada vez más una sociedad envejecida

-Si, pero ello no tiene por qué ser sinónimo de una sociedad que padece enfermedades, hoy la población envejece, la esperanza de vida aumenta y en general las condiciones de la calidad de vida son buenas, lejos de patologías vinculadas a la edad como las del aparato locomotor etc, pero envejecer no es sinónimo de padecer esas patologías, en España en general se está produciendo un envejecimiento saludable de la población con un aumento de la esperanza de vida.

-En paralelo a su carrera profesional encabeza el Colegio Médico de la provincia ¿cómo es hoy la situación de los profesionales de la medicina?

-La situación de los médicos no es buena, hay que decirlo, me gustaría decir que estamos contentos con lo que tenemos, con nuestro desarrollo profesional, la gestión de los recursos sanitarios etc pero desgraciadamente no es así. Desde el Colegio e incluso de la Organización Médica Colegial insistimos en que es necesario dotar de más recursos a la Atención Primaria, que es la puerta de entrada al sistema sanitario y resuelve muchos problemas a los pacientes, pero hay que dotarla, facilitar que el médico pueda destinar tiempo, hacer un programa ambicioso de formación para los médicos, que ahora el Ministerio de Hacienda pretende gravar. También están las relaciones entre los médicos de Atención Primaria y los de hospitales para que se puedan solicitar pruebas y que el médico de Primaria pueda resolver problemas o establecer mejores criterios de derivación a otros especialistas. Y están también la situación de la carrera profesional, desde 2009 está en suspenso y pedimos que se reactive, y el tema de la gestión clínica: en los criterios para nombrar a los jefes de servicio y de unidades de gestión clínica deberían prevalecer el mérito, la capacidad y la publicidad, esto no se contemplaba en el decreto y por eso recurrimos el decreto vía contencioso administrativo habiéndose producido últimamente un fallo favorable a nuestras apreciaciones por parte del Tribunal Supremo, de modo que se obliga a la administración a replantearse el decreto.

-Ustedes insisten en que no se los escucha

-Es lo que pedimos, que se nos escuche porque tenemos mucho que aportar y que decir, ideas que no pueden sino mejorar el sistema sanitario. En el tema por ejemplo de Atención Primaria tenemos un conocimiento profundo de todas las deficiencias y necesidades que hay, que son muchas, y que la administración sea receptiva a nuestras propuestas va a redundar en unas mejores condiciones de trabajo de los médicos, a una mejor distribución de los centros de salud en el ámbito geográfico y en descongestionar la medicina hospitalaria para reducir los tiempos de espera.

-¿Qué opinión le merece el proyecto de ampliación de Montecelo?

-Lo primero es que pedimos es que Montecelo sea 100% público y su gestión sanitaria también. Nunca estuvimos de acuerdo en que se utilizaran los mismos criterios que se utilizaron para el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, ese sistema de colaboración público-privado que hace que la titularidad del edificio sea privado durante el tiempo que dura el pago del canon, unos 20 años que hay que pagar hasta que pase a titularidad pública el edificio. Tampoco nos gustaba que al amparo de eso pudiesen entrar fórmulas de gestión público-privadas en los servicios sanitarios. Dicho esto la propuesta que ahora hay encima de la mesa y que cuenta con el beneplácito no solo de la administración sanitaria gallega sino del Ayuntamiento a nosotros nos parece bien, de modo que contarán con toda la colaboración del Colegio de Médicos de Pontevedra en todo lo que podamos aportar para llevar a buen puerto este proyecto pero entendemos fundamental que, a diferencia de lo que se hizo en el Álvaro Cunqueiro de Vigo, tener un plan estratégico definido y un plan funcional consensuado con los profesionales del centro, todos ellos y no solo los médicos, y por supuesto en cuanto a redistribución de espacios, ubicación y delimitación de áreas de asistencia sanitaria el papel de los médicos es fundamental a la hora de establecer el plan funcional, en Vigo no se hizo así y así sucedieron las inconveniencias, por llamarlas de alguna manera, a la hora de entrar en funcionamiento.

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