Prácticamente dos de cada diez edificios o construcciones de todo tipo censadas por el Catastro en la ciudad tiene cincuenta años o más de antigüedad. Así se pone de manifiesto en la actuación de sus listados que elabora el Ministerio de Hacienda. Según esos datos, en Pontevedra existen algo más de 68.000 inmuebles, residenciales o con otros usos, y 12.048 de ellos fueron construidos antes de 1969, por lo que están en la frontera del medio siglo o ya lo superaron con creces. De hecho, unos cinco mil son anteriores a 1950. El Catastro no detalla la antigüedad más allá de ese año.
La mayor parte de estos edificios, entre ellos todos los de usos residencial comunitario y que no estén declarados de Interés Cultural, están obligados a certificar antes de 2019 sus condiciones de seguridad, en función de la ordenanza de inspección técnica de los edificios que el Concello tiene previsto retomar en breve tras su paralización cautelar a raíz de una sentencia del Tribunal Constitucional en la que se cuestionaba la normativa estatal en la que se basaba su propio reglamento.
El Concello podrá seguir exigiendo a los inmuebles que cumplan la normativa en cuanto a conservación y accesibilidad pero no en materia de eficiencia energética, como ocurría hasta el momento. Lo que también cambia es el calendario de aplicación, con una moratoria debido a esta paralización temporal.
Según el Catastro, además de los 5.000 edificios anteriores a 1950, hay 1.742 más datados entre ese año y 1959, y otros 5.400 de la década siguiente. Son estos tres bloques los que se pueden incluir en los de medio siglo o más.
Bajón desde 2010
De la década de los años setenta del siglo XX son casi 11.000, algo menos de los de diez años después, que rozan los 14.000. Entre 1990 y 1999 se construyeron 12.500 inmuebles más. De hecho, los veinte últimos años del siglo pasado son los de mayor actividad constructiva, un fenómeno que aún se mantuvo en la primera década del siglo XXI, cuando se levantaron 15.400 inmuebles más. Sin embargo, el estallido de la burbuja inmobiliaria y la caída casi absoluta de la actividad del ladrillo, redujo de forma drástica los números. Así, el Catastro detalla que desde 2010 hasta ahora apenas se levantaron 3.500 inmuebles, es decir menos de 495 cada año, cuando en la década anterior se superó la media de 1.500 por ejercicio
En total son 68.300 inmuebles de todo tipo, según el Catastro, pero esta cifra sin duda aumentará de forma notable este año, cuando llega a Pontevedra la "regularización catastral", un proceso mediante el cual se localizan bienes ocultos al fisco, pero que además sirva para incluir en el Catastro todas aquellas construcciones auxiliares del sector agrícola, en el rural, que hasta ahora estaban exentas de pagar el IBI.
Granjas, invernaderos, hórreos o establos entrarán en este proceso, pero también piscinas, garajes y otras "edificaciones" más urbanas, si bien el ministerio niega que se trate de una revisión y habla, por contra de un "plan de lucha contra el fraude". Hacienda apunta que se trata de "cotejar las construcciones que no están reflejadas en el Catastro"
En el caso de la capital sería una segunda campaña del Catastro, después de la actualización realizada por Hacienda en los últimos meses, por la cual los valores catastrales se elevaron algo más de un 10% con respecto a los del ejercicio anterior, de ahí que se haya pasado de 2.480 a 2.755 millones de euros en un solo año.
