La incidencia más destacable en Sanxenxo, donde se registraron ráfagas de viento por encima de los 100 kilómetros por hora, tuvo lugar en A Lanzada donde el fuerte viento levantó un tramo de 140 metros del paseo de madera recién instalado por la Consellería de Infraestruturas, dentro del proyecto de seguridad vial para la PO 308.

El alcalde, Gonzalo Pita, junto al director de la Axencia Galega de Infraestruturas (AXI), Francisco Menéndez se desplazaron al lugar para comprobar la dimensión del incidente. Pita solicitó a la Xunta que se repongan los daños a la mayor brevedad y que se incrementen las medidas de seguridad para evitar que futuros temporales puedan incidir en la seguridad de la senda. En este sentido, Francisco Menéndez reconoció que el viento entró por debajo en un punto concreto, produciendo un "efecto vela" provocando el desprendimiento de un tramo completo.

Otras incidencias fueron contenedores volcados, árboles caídos sobre la vía pública, postes eléctricos o de telefonía tumbados, un velero encallado sobre las rocas en Baltar, una caseta de venta de billetes volcadas en el puerto de Sanxenxo, el portón de un garaje particular desplazado por el viento varios metros o una farola tumbada en Silgar.

Poio, sin daños graves

En Poio, los equipos de Emergencias también tuvieron mucho trabajo desde primera hora del día. El incidente más grave se produjo en Campelo, donde la caída de un pino provocó daños en una fugorneta particular. Además, un velero que se encontraba en el dique seco en Combarro sufrió leves desperfectos al perder su estabilidad y caer contra otra embarcación.

Asimismo, cedió una parte del muro de la antigua fábrica de Coca-Cola, en A Caeira, y se registraron numerosas caídas de farolas y postes, aunque no se registraron daños personales.