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Carlos García: "Tratamos de formar niños que piensen por sí mismos y que sean críticos"

El Ministerio de Educación galardona al IES Luis Seoane de Monteporreiro con el Premio Nacional Convivencia Escolar 2016

Carlos García, profesor de Formación Profesional y director del IES Luis Seoane. // Rafa Vázquez

El Ministerio de Educación ha galardonado al instituto pontevedrés Luís Seoane con el Premio Nacional Convivencia Escolar 2016, un reconocimiento que el centro recibe "con mucha alegría", señala su director, "porque además tiene una asignación económica que nos viene de maravilla para que nuestros alumnos viajen por el mundo".

-Es un galardón a una labor de años

-En realidad a una trayectoria desde que nos hicimos asociados a las Escuelas de la Unesco, hace ahora 20 años. El documento que remitimos para el premio es "Aprender y convivir en el marco de una escuela asociada a la Unesco" y en él lo que hicimos ver qué logramos al formar parte de esa red a través del trabajo diario y trabajando de forma conjunta, en red.

-¿Qué objetivos se planteaban al ingresar en la red?

-Uno era que las familias, el alumnado y el barrio en general se hiciesen un poco más un ente único, que hubiese una interrelación mayor. Otro de los puntos que buscábamos era luchar contra el riesgo de exclusión social ya que el barrio en el que estamos es un barrio obrero, en aquel momento había bastantes problemas, violencia en forma de robos etc, era más marginal que ahora, que es un barrio muy integrado en la ciudad, no lo era entonces; y también perseguíamos hacer de motor cultural. Todo eso lo conseguimos gracias al trabajo que se está haciendo y vinculado a ser un centro Unesco.

-¿Cómo trabajan los centros de la red?

-Cada centro tiene que cumplir una serie de objetivos como son la lucha por los derechos humanos, por la igualdad, una educación de calidad, queremos que los niños en su inmensa mayoría vivan la educación desde un punto de vista más vinculado a la felicidad y la libertad. Tratamos de formar niños que piensen por si mismos y que sean críticos, y para ello todo se trabaja a través de proyectos, algunos faro de la Unesco que tienen que ver con la paz, la igualdad etc, y luego otros se diseñan en los propios centros.

-¿Qué proyectos ha desarrollado el IES Luis Seoane?

Una cantidad enorme, con el que iniciamos el trabajo tiene mucho que ver con esos objetivos que decía de interrelación con el barrio, a ese primer proyecto le llamamos "Rompiendo barreras" y de lo que tratábamos era de establecer relaciones con nuestro entorno, en este caso la hoy Escuela Infantil Fina Casalderrey, que también era un centro asociado a la Unesco, e hicimos trabajos, exposiciones y encuentros de los alumnos de ambos centros para que desde pequeños nos vieran como una parte de ellos mismos. Es proyecto ya tuvo un primer premio de Innovación Educativa.

-Otro aspecto que han trabajado mucho es la resolución de conflictos

-Uno de los proyectos más recientes salidos del comité, que es el lugar de trabajo del que parten las ideas y proyectos que el centro lleva a cabo y en el que trabajan los alumnos de forma voluntaria, surgió porque los alumnos de un curso empezaron a tener problemas de relaciones entre chicos y chicas, de respeto por el sexo contrario. Surgieron ese tipo de palabras que muchas veces utilizan los mayores, insultos que afectaban a los demás y que unos no interpretaban como algo dañino pero otros lo recibían como un modo de agresión. La profesora a la que se lo plantearon (Luisa Márquez, coordinadora autonómica de las escuelas asociadas con la Unesco, que actualmente con María Xosé Dourado está presentando una ponencia en el Congreso Pedagogía 2017 que se celebra en Cuba) les preguntó cómo querían encarar el problema, qué se les ocurría para resolverlo, y decidieron entre todos resolver el tema haciendo un trabajo sobre género, igualdad y acabaron realizando incluso una película, un vídeo y ellos mismos, tras el aprendizaje que realizaron, se presentaron voluntarios para ir a otros centros a hablar del tema con otros alumnos de su edad, en el propio instituto dieron un montón de charlas.

-¿Qué explicaron en esas conferencias?

-Lo que hicieron era trasladar a otros su experiencia tanto desde el punto de vista del que insultaba como del que lo sufría, de las víctimas, que eran sus compañeras desde primero de la ESO y algunas desde Primaria. Hacían ver cómo los mayores decimos tonterías continuamente, en la televisión están viendo que todo va a base de insultos, es el entorno que ellos viven y lo que ven a diario como un modo de relacionarse, de modo que en muchas ocasiones ni siquiera perciben que los insultos sean eso, insultos o un tipo de agresiones, de ahí la importancia del proyecto para que ellos mismos trabajasen el tema y aprendiesen.

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