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Enrique Valero: "Hay una protección pasiva de los humedales pero no una política proactiva de investigación"

"Sufren amenazas clásicas como contaminaciones y otras novedosas, las especies invasoras"

El ingeniero de Montes Enrique Valero. // Rafa Vázquez

La presencia de especies raras o en peligro y la gran diversidad de hábitats prueban la importancia de los humedales gallegos: espacios costeros, continentales y artificiales de gran belleza e importancia ecológica, muchos de los cuales no se han librado de grandes agresiones a lo largo de la historia. A ellos se dedicó ayer el Día Mundial de los Humedales, una jornada que la Escola de Enxeñaría Forestal y la asociación Vaipolorío celebraron con una visita a las brañas del río Tomeza.

-¿Son los humedales estratégicos para la supervivencia humana?

-De una manera indirecta sí, porque lo que son fundamentales es para una serie de relaciones biológicas de las especies, son ecosistemas claves. Pensemos por ejemplo en la ola de frío que hemos pasado hace muy poco en toda Europa, muchas de las especies que ocupan estos humedales y que tienen capacidad de migración lo que hicieron fue bajarse a los humedales más meridionales, entre ellos los gallegos, donde han podido refugiarse todas las aves que estaban soportando temperaturas tremendas. Además no dejan de ser un recurso natural renovable, que a veces son objeto de aprovechamiento humano, tanto para el propio recreo como de otro tipo.

-¿Están muy amenazados?

-Creo sinceramente que no, la gran mayoría de los humedales están protegidos, prácticamente no hay ninguno de importancia que no lo esté, y esa protección implica que la vigilancia de contaminaciones, agresiones o amenazas sea alta, y realmente desde mediados del siglo pasado no se tienen noticias de desecaciones de humedales.

-Muchas asociaciones ecologistas suspenden a las administraciones españolas en la protección

-Es que una cosa es que no estén en un punto crítico de amenaza y otra lo que plantea. En ese sentido me sumo a la opinión de los ecologistas en el sentido de que una cosa es protegerlos de una manera indirecta y otra hacer una protección activa o dotarlos de infraestructuras, equipos directivos, medios de vigilancia más eficaces, monitoreo más intenso, proyectos de investigación que realmente den referencias sobre la evolución que tienen, son cosas diferentes: una cosa es que estén en una situación de no retorno y otra que se podría poner mucho más empeño, inversión y atención en ellos.

-¿Cuáles son las principales amenazas a las que se enfrentan?

-Sufren una serie de amenazas como posibles contaminaciones, posibles usos fraudulentos del agua no en el propio humedal sino consecuencia del uso no racional o insostenible de acuíferos subterráneos, que hacen bajar el nivel freático de las aguas y en un momento dado el humedal desaparece. Esas son amenazas clásicas, y ahora las más novedosas o que se han encontrado últimamente son especies invasoras de algas, crustáceos, artrópodos o peces que pueden alterar el equilibrio, el balance entre las especies.

-¿Es adecuada la gestión que se lleva a cabo en Galicia?

-Hay una protección pasiva de los humedales, lo que supone que se quiere actuar se exige evaluación ambiental etc, pero no hay una política protactiva de investigación y seguimiento, monitoreo de especies etc que podría arrojar mucha más información al tomar decisiones.

-Más allá de los humedales ¿Qué opina de la situación en general los ecosistemas gallegos?

-Galicia tiene la suerte de que por un lado no hay gran actividad humana, me refiero a la industrial, las agresivas con el medio, de hecho hay una tremenda despoblación del rural, lo que motiva que muchos ecosistemas que en su momento fueron destruidos, sobre todo ecosistemas forestales transformados en su día en agrarios, ahora con el abandono del rural están volviendo a ser ecosistemas no primigenios pero si avanzando hacia lo que fueron hace muchos años. Las amenazas no son intensas, en mi opinión la amenaza más importante que tiene la naturaleza en Galicia son los incendios forestales, que son una agresión brutal sobre todo tipo de ecosistemas que es reiterada, todos los años tenemos miles de hectáreas calcinadas y ecosistemas totalmente destruidos y también las especies que en ellos habitan; es algo que ni está resuelto ni tiene trazas de que se vaya a resolver, en mi criterio es el problema número 1.

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