El alcalde, Miguel Lores, aseguró ayer que los tres millones de repartirá la empresa Ence entre colectivos sociales de la comarca, medida incluida en el pacto ambiental firmado con la Xunta, suponen una "compra de voluntades" de quien tiene "mala conciencia".

Lores explicó que con estas ayudas tanto la empresa como el Gobierno gallego pretenden realizar un "lavado de cara" y buscan "tapar" el hecho de que la compañía pastera debería trasladar su fábrica de Pontevedra en el año 2018.

El regidor añadió que si la empresa cumpliese con todos los requisitos ambientales y estuviese "legalmente instalada" no tendría necesidad de repartir estas "dádivas" entre los vecinos de la comarca, ayudas que ha calificado como "migajas de pan".

Para conocer los detalles de estas ayudas sociales, el Partido Popular ha convocado a una treintena de asociaciones de Pontevedra a una reunión que se celebrará esta tarde y con la que pretender resolver las dudas que puedan tener acerca de este proceso.

Federación "Boa Vila"

Por otra parte, la Federación de Asociaciones Vecinales "Boa Vila" de Pontevedra anunció ayer su presencia en la reunión de hoy en la Casa das Campás para informarse de estas ayudas de Ence.

Este colectivo considera que "se trata de una buena noticia estas ayudas toda vez que las ayudas a colectivos por las distintas administraciones ha decrecido considerablemente, y la mayoría sobreviven como pueden, y otras ya han desaparecido por falta de recursos".

Desde esta Federación se anima a los colectivos a que no se dejen llevar "por los intereses político-personales de algunos".