El colectivo "Salvemos A Fracha" reactivó ayer sus protestas contra la construcción de la autovía A-57 con un comunicado en el que intentan visibilizar el elevado impacto que las obras de ejecución de esta infraestructura está teniendo ya sobre la sierra de A Fracha. Tomada por camiones y excavadoras, los vecinos aseguran que se está "destrozando A Fracha" de forma "irreversible".

"Salvemos A Fracha" vuelve a lamentar que se siga apostando por las políticas del "asfalto sin motivo" y que "mientras un acuerdo histórico de todos los partidos gallegos pide al Gobierno del Estado que transfiera la AP-9 para gestionarla desde Galicia y poder liberalizarla, los vecinos de Marcón presenciamos a diario como se siguen destinando fondos de todos a una autovía con un trazado paralelo de la que no podemos olvidar que fue concebida como alternativa libre de peaje a la AP-9".

Salvemos A Fracha insiste en que se trata de una "falsa circunvalación", una "autovía innecesaria" y que "no se entiende ese deseo de partir en dos núcleos poblacionales por una vía de la que nadie hasta el momento supo demostrar su utilidad". Insisten en que "se entiende aún menos cuando la A-57 está recurrida ante la Audiencia Nacional por los informes técnicos cuestionables con los que se tramitó el proyecto" y recuerdan lo que ocurrió con otros proyectos, como el vial entre O Pino y Bora que, cuando fue anulado por los tribunales ya estaba construido y no había marcha atrás.

Los vecinos explican que estos días el inicio de las obras es ya más que palpable: "Con lentitud, pero con unas consecuencias devastadoras, las máquinas forman ya parte del paisaje habitual del monte de A Fracha y están destrozando la sierra de forma irreversible cuando no hay un presupuesto garantizado para acabar la obra y cuando la Audiencia Nacional todavía no se pronunció" sobre el recurso interpuesto. "Convivimos con explosiones que hacen tambalear las bases de nuestras casas y nuestra tranquilidad vital, con sirenas que perturban nuestro descanso, de nuestros niños y mayores, para anunciar que llega un novo estruendo de esos que están acabando con el rural de Pontevedra tal y como lo conocemos ante la pasividad de gobiernos y partidos", finalizan.