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Movimientos demográficos en el municipio

El rural pontevedrés perdió en diez años un 7,2% de su población en favor del casco urbano

Todas las parroquias disminuyeron el número de vecinos en la última década frente al continuo crecimiento del centro -Las que presentan una mayor sangría de residentes son, porcentualmente, A Canicouva y Alba

El rural pontevedrés se sigue mudando lentamente hacia el casco urbano. En los últimos diez años, las parroquias han ido perdiendo de forma continua población y ninguna de las áreas rurales del municipio ha sido capaz de aumentar o, cuando menos, mantener el número de vecinos en una de las pocas localidades de Galicia que en los últimos años había logrado ganar residentes.

Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre 2016 así lo atestiguan. Según el padrón de habitantes, Pontevedra tenía el pasado año un total de 82.549 habitantes, de los que 20.243 residen en las parroquias. Una comparación con los datos del año anterior desvela que actualmente viven en el rural pontevedrés 1.571 personas menos que hace una década, lo que supone una caída de un 7,2%.

Por su parte, el casco urbano fue ganando población durante este mismo periodo. Los datos del INE indican que en lo que se denomina como el centro de la ciudad convivían el pasado año 62.306 vecinos, es decir, cuatro mil más que hace dos lustros (un incremento de un 6,9%).

Aunque en todas baja el número de habitantes, la pérdida de población no afecta por igual alas parroquias. Esta comparación de diez años para atrás permite observar que las más pequeñas son también las que más sufren para conservar su población. Según los datos del INE, A Canicouva es la que pierde un mayor número de habitantes. Los 48 vecinos que dejaron la aldea en este periodo supusieron una pérdida de un 16,4% de su población. Le sigue Alba, en donde tienen ahora 130 residentes menos, lo que supone un descenso de un 14,7% con respecto a 2006. Hay una tercera parroquia de pierde habitantes a un ritmo superior al 10%, que es Cerponzóns (con un descenso de un 10,6%).

El resto de las parroquias se sitúan por debajo de estos porcentajes: Verducido (9,8%), Bora y Santa María de Xeve (con un descenso del 9%), Xeve (8,1%), Campañó (8%), Tomeza (7,8%), Pontesampaio (7,7%) y Mourente (7,4%). Esta última parroquia se queda así por debajo de la barrera de los dos mil habitantes, al igual que ocurre con Campañó.

Así, mientras que en 2006 eran cinco las parroquias que se situaban por encima de las dos mil almas censadas en el padrón, el año pasado la cifra se reducía a tres, que son también las que pierden menos porcentaje de población. Salcedo cae en 114 habitantes (un 6,4% menos) lo que explica que perdiese el puesto de segunda parroquia más poblada de Pontevedra que ocupaba hace diez años al instalarse en los 2.079 habitantes. Pasa a ocupar su puesto Marcón, que pierde tan solo 45 habitantes, lo que supone algo más de un 2% menos que hace una década, y suma un total de 2.120 residentes. Marcón esta también la zona del rural pontevedrés que menos vecinos perdió porcentualmente en esta última década y de hecho mostró un crecimiento contínuo en habitantes hasta 2012. Ahora empieza también a retroceder, aunque a menor ritmo.

Lourizán, la más poblada

La parroquia más importante en población del municipio sigue siendo Lourizán. Es la única que supera los tres mil habitantes y ahí se mantiene, aunque por los pelos. Suma un total de 3.087 personas, lo que supone 193 menos que hace una década y una caída de un 5,8%.

Por último, cabe destacar el caso de Lérez. Es la segunda que menos vecinos perdió porcentualmente en Pontevedra, solo un 3,9%, tras darse de baja en el padrón un total de 70 personas en estos últimos dos lustros. Su población en 2016 se situó en 1.793 vecinos según el INE.

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