El anteproyecto de dragado del río Lérez, desde el puerto deportivo hasta las proximidades de Placeres, a lo largo de más de tres kilómetros del canal de navegación, pretende actuar sobre una superficie de agua de 292.000 metros cuadrados localizadas en tres zonas básicas de la ría. Así se detalla en la documentación que acaba de exponer al público Portos de Galicia con el fin de obtener, en los próximos meses, todas las autorizaciones ambientales necesarias que permitan ejecutar, a partir de 2018, una actuación que supera los tres millones de euros y que se aguarda desde hace años.

El diseño técnico detalla que el objetivo básico es alcanzar una cota de -3 metros, es decir, eliminar capas de ese grosor en la mayor parte de las zonas de actuación, si bien se establecen varias áreas de eliminación de lodos y sedimentos en función de cada necesidad. De entrada, se da por hecho que la finalidad básica es "la recuperación de los calados dentro del ámbito, mejorando así las condiciones de operatividad y de seguridad del canal de navegación y de la zona portuaria interior". La segunda consecuencia de las obras será "la recuperación de los bancos marisqueros" en Campelo y Tambo preferentemente. Todo ello, con el objetivo de "reducir los perjuicios provocados a la navegación y restablecer las actividades marisqueras".

En todo caso, la actuación de las dragas no se extenderá a la totalidad del canal de navegación, sino que se establecen tres áreas básicas de trabajos. Una de ellas es la que afecta más directamente al Club Naval, junto al puente de As Correntes. Al respecto, el anteproyecto de Portos de Galicia admite que "es tal la cantidad de sedimentos acumuladas que la superficie del fondo queda expuesta en cada marea baja", como denuncian los responsables del puerto deportivo desde hace años. Se calcula que "el espesor del depósito es de más de tres metros" y se desconoce "la naturaleza del fondo original y si fue afectado por los dragados realizados anteriormente".

En esa zona (junto a algunos márgenes del canal) la previsión es actuar en una superficie de 44.155 metros cuadrados hasta alcanzar la cota de --2,5 metros, es decir, retirar una capa de lodos y sedimentos de ese grosor. En términos generales, "con este dragado se pretende alcanzar la cota -3 en casi toda la zona excepto en el centro del canal en la parte externa, que alcanzaría la cota -3,5, mientras que los márgenes del canal en la zona de la playa de Lourido se dragará a la cota -2,5". Además, "se efectuarán dragados puntuales hasta la cota de -7 en pozos profundos que, en la actualidad, actúan de sumideros del material sedimentario". Estos pozos donde el dragado será más profundo suman unos 10.691 metros cuadrados y se ubican en al menos cinco emplazamientos.

La superficie más extensa en la que se actuará, de 184.395 metros cuadrados, está reservada para la cota -3 y en ella se incluye toda la fachada marítimo-fluvial de As Corbaceiras. Incluye el entorno del viejo puerto de Pontevedra, en torno a la sede del Gremio de Mareantes, y a la largo de la autovía de Marín desde el puente de la autopista hasta la altura de Pontemuiños.

En esa fase de retirada de capas de tres metros de grosor también se incluye buena parte del canal exterior de navegación, so bien en su tramo más próximo a Placeres se llegará a los 3,5 metros de profundidad sobre el fondo arenoso actual, en una superficie de 52.694 metros cuadrados.

Los más de 330.000 metros cúbicos de material que se extraerá de todas estas zonas se depositará en Campelo y la zona suroeste de Tambo, donde se pretenden recuperar unos 400.000 metros cuadrados de bancos marisqueros.