A la determinación firme e inquebrantable de ayudar a los demás le llamamos solidaridad, que con compromiso fueron ayer las palabras que más sonaron en la entrega de los Premios Ciudad de Pontevedra. En una de sus ediciones más breves, los galardones rindieron homenaje a la fraternidad, a la libertad de ejercer el bien ejemplificada en esta ocasión en la activista social Ángela Paz y el Colegio de Abogados.

La guardia de gala de la Policía Local recibió a los asistentes a la ceremonia, un pleno de honor que fue el acto central de la jornada en la que Pontevedra festeja a San Sebastián, copatrono de la ciudad, y en el que se dieron cita representantes políticos, vecinales, de colectivos culturales etc.

Flanqueados por los gaiteiros, los galardonados hicieron su entrada en el patio de butacas y fueron recibidos sobre el escenario por el alcalde.

El secretario dio lectura a continuación al acta aprobada momentos antes por el Pleno. Éste respaldó por unanimidad la propuesta del jurado calificador de reconocer a Ángela Paz García, presidenta de la Asociación Sociosanitaria Educativa Inflamatoria Intestinal, en la modalidad de persona física por "su humanidad, generosidad y compromiso, que contagian optimismo que impulsan proyectos que contribuyen a mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, en especial de aquellas personas con graves enfermedades"; y al Colegio de Abogados en persona jurídica por "su compromiso y apoyo desinteresado a personas en riesgo de exclusión social, mostrando una especial dedicación para hacer valer los derechos fundamentales y las libertades individuales".

Ángela Paz insistió en que el premio está muy repartido entre aquellos con los que ha trabajado, personas con parálisis cerebral, jóvenes y niños marginados, que sufrieron abusos, familias en situación de exclusión social o pacientes con duras enfermedades.

Mencionó su propia dolencia y su periplo hospitalario antes de dedicar el premio a las mujeres, ejemplificadas en esta ocasión en su madre y su incondicional apoyo; mujeres, recordó, "que nos dan la vida y que darían la suya por cualquiera de sus hijos ante una dura situación", luchadoras por los demás que "están agotadas pero no derrotadas".

Por su parte, el decano del Colegio de Abogados, Ramón Jáudenes, tomó la palabra en nombre de esta institución que cumple 179 años e incidió en los Ciudad de Pontevedra "suponen para los pontevedreses un aliciente para seguir haciendo de nuestra ciudad un espacio más justo y mejor; premiando el compromiso social desde facetas muy distintas de la sociedad civil, pero con un nexo de unión: la ayuda a las personas más vulnerables, a los más débiles, aquellos que nada tienen".

El compromiso con los demás es tan sólido "que me permito afirmar que en cada despacho de abogados hay una oficina de derechos humanos", añadió Jáudenes. Éste también aludió al "grave impacto" que la crisis económica ha tenido en los derechos sociales en España.

Se trata de una reducción en la atención social que "solo se puede paliar con empatía, teniendo conciencia social como individuo" y, en el caso de los abogados, "asumiendo por mandato constitucional la defensa de los derechos y libertades de los ciudadanos y la de velar por el cumplimiento de los derechos fundamentales de las personas".

El decano repasó iniciativas llevadas a cabo por el colegio profesional que representa como su colaboración con organizaciones benéficas o el servicio de asistencia jurídica gratuita, que prestan 500 letrados en la provincia.