Un hombre de unos 45 años de edad, que respondía al nombre de Juan, fue localizado ayer muerto en su casa de Ponte Caldelas. Hacía más de un mes que no se sabía nada de su paradero y se sospechaba que se había mudado a Andalucía, pero finalmente murió en su casa de la rúa da Ponte, donde fue encontrado ayer en un avanzado estado de descomposición.

De hecho, fueron las quejas vecinales por el mal olor que procedía de la vivienda lo que activó a los servicios de emergencias. Fue necesario requerir la presencia de los Bomberos, que desplegaron una escalera para acceder al ático por una ventana y permitir el acceso a la Guardia Civil.

Aunque está pendiente de que se le practique la autopsia, todo apunta a que en su fallecimiento no intervinieron terceras personas, a la vista de las circunstancias de la estancia y del estado del propio cadáver, según explica el alcalde de Ponte Caldelas, Andrés Díaz, tras ser informado por los agentes.