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Magdalena Martínez: "Me dijeron que era más difícil curar una gripe que un cáncer de pecho"

La Seguridad Social anuló la prórroga de baja después de haber sido operada en 2015

La mariscadora de Poio Magdalena Martínez, en su casa de Campelo. // G. Santos

La mariscadora de Poio Magdalena Martínez está viviendo en estos días toda la dureza propia del trabajo del marisqueo, multiplicada por los efectos del cáncer de mama que acaba de superar. Médicos y oncólogos están de acuerdo en que esta mujer de 59 años, vecina de Campelo, no está en condiciones para ejercer su trabajo habitual, pero su inspectora asignada en la Seguridad Social no opina lo mismo y se ha visto obligada a volver al mar. apenas 15 meses después de su paso por el quirófano Su caso ha sido objeto ya de quejas de la asociación El Defensor del Paciente, que ha enviado una carta de denuncia a la ministra de Sanidad.

-¿Cómo es su situación en estos momentos?

-La primera operación fue el 9 de septiembre del año pasado y la segunda el día 24 de ese mismo mes. A los nueve meses ya me quisieron dar el alta y yo no la quise coger porque tenía mucho dolor y aún no estaba curada del todo. En aquel momento la inspectora me dijo que me podía coger un mes más y en ese tiempo me llegó a casa la carta en la que se me concedía una prórroga de seis meses pero el día 21 de noviembre tenía ya en casa otra nueva carta en la que me daban el alta y anulaban esa prórroga. Evidentemente yo, un año y un mes después de mi operación, me fui a trabajar pero tengo aún mucho dolor.

-¿Qué le dicen sus médicos?

-El oncólogo me dice que mi trabajo de mariscadora es muy duro para poder hacerlo en mi situación. Me dijo que le diera los papeles al médico de cabecera y allí me dieron una nueva baja pero al poco tiempo me volvió a llamar la inspectora, me echó una dura reprimenda y me dijo que no me iban a pagar la baja por nada del mundo. Así que tuve que estar de nuevo el alta y me fui a trabajar. Finalmente hoy (por ayer) me comunicaron que sí me van a abonar los siete días que estuve de baja.

- ¿Usted está trabajando en estos momentos?

- Sí, yo soy autónoma y para comer y para pagar la Seguridad Social, tengo que trabajar. Mi marido tiene una pensión mínima y es necesario que yo trabaje también.

- Al margen de lo que a usted le digan médicos o inspectora. Nadie conoce mejor su cuerpo que uno mismo. ¿Se ve en condiciones para hacer su trabajo, y en especial uno como el suyo, agachada dentro del agua para mariscar?

- No, de ninguna manera. En la operación me sacaron un tendón en la axila y otros en el brazo. Fueron dos operaciones de cáncer en quince días. Ahora no me queda más remedio que ir a trabajar pero me cuesta mucho utilizar todo el material de trabajo, tengo mucho dolor y mucho frío. Doy gracias a que tengo compañeras que me ayudan y a mi marido que me echa una mano con el peso, porque yo no puedo cargar tanto.

- Desde la inspección se le dice que usted puede ejercer en otro trabajo sin percibir ninguna pensión por incapacidad para su trabajo habitual.

- Exactamente, que podía dedicarme a otra cosa ¿pero en qué trabajo? Llevo toda mi vida trabajando en el mar. A mí no me han dado ninguna pensión y simplemente me han dicho que si no puedo estar en el marisqueo, que busque por otro lado. También yo estuve enferma y tuve que venir a trabajar a los quince días, me dijo la inspectora. Pero ella está sentada en una silla y yo tengo que ir a las 7 de la mañana, con el frío de estos días, con una linterna en la cabeza para trabajar,

-¿Trabajar en estas condiciones le está ocasionando más problemas añadidos?

-Sí. Yo cogí una depresión muy grande y ahora estoy bajo tratamiento psiquiátrico. Tengo tanto dolor al tener que hacer tanta fuerza que mientras trabajo en estas condiciones tuve que ir al psiquiatra porque hasta me desmayaba en cualquier sitio y había veces que no sabía ni donde estaba. Ahora tengo que tomar, aún por encima de la medicación para el cáncer, también la psiquiátrica. Todo esto me está provocando que se me hinchen las piernas, apenas puedo caminar ni me entra el traje de buzo.

- ¿Cuáles son los pasos a seguir a partir de ahora? ¿Qué tiene pensado hacer?

- Voy a luchar por que me den la jubilación o una baja por enfermedad de larga duración. Actualmente estoy en trámites con un abogado para que me den asesoramiento porque yo además de mi actual enfermedad, también estoy operada de la columna, de dos hernias discales. Es que yo creo que ya solo por lo de la columna tampoco podría trabajar porque tuve que llevar un aparato ortopédico.

-¿Qué alega la inspectora para no permitirle continuar de baja?

- Me dijo que hoy en día era más difícil curar una gripe que un cáncer de pecho. Esa misma persona ya en su día dio el alta a un compañero nuestro de faena después de haber sufrido dos infartos cerebrales. Él mismo nos dice que cualquier día aparece ahogado flotando el mar si le pasa otra vez. Es una vergüenza lo que nos pasa a los mariscadores, nos tratan como animales. En cuanto vamos al médico y decimos que somos mariscadoras, todo cambia. ¡Dicen que nos inventamos las enfermedades! Yo no me inventé un cáncer y mucho menos que me quitaran un pecho. Y ese compañero no se inventó dos infartos cerebrales.

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