| El vals más famoso, El bello Danubio azul, y por supuesto la Marcha Radetzky, que el público acompañó con las palmas, no faltaron anoche en el gran concierto de Año Nuevo Johann Strauss que protagonizó la Strauss Festival Orchestra. Con ella, subieron al escenario los bailarines de la Strauss Festival Dance Ensemble, en una noche pensada para despedir 2016 siguiendo la tradición, con las composiciones más conocidas y el ballet que año a año inspira la cita musical que se celebra en Viena. Napoleón, El vals del emperador o Champagne no faltaron en la actuación, un espectáculo que, como recuerda la organización, es "la producción más famosa de Europa, avalada por 26 años de éxito y cinco millones de espectadores en todo el mundo", que han ovacionado a los instrumentistas y bailarines en las principales salas europeas.