Los agentes de la Policía Local que desde hace meses protagonizan una campaña contra el gobierno municipal para pedir una "equiparación salarial", dieron ayer un nuevo paso en sus denuncias contra la gestión del tráfico por parte del Concello y cuestionaron parte de la señalización del tráfico en el casco urbano. Un informe suscrito por los delegados de Comisiones Obreras Antonio Millares, y de UGT, José Manuel Moldes, detalla anomalías en la señalización provisional de actividades en la calle, en los vados a las puertas de los garajes y en la que determina las prioridades circulatorias en áreas residenciales y en las zonas de servicios. También inciden en la vieja polémica sobre el uso exclusivo del idioma gallego cuando el Reglamento General de Circulación (RGC) obliga a que también figure el castellano.

El análisis de estos agentes cita los casos concretos de Loureiro Crespo, ante el Hospital, la calle Cruz Gallástegui y la de Alameda como ejemplos de señalización que "genera confusión entre los conductores".

También hacen referencia a las señales de vado permanente, en las que no figura ningún tipo de licencia municipal y subraya que ya existen sentencias al respecto favorables a los conductores, como ocurre también con las vallas provisionales que se colocan en calles para prohibir de forma temporal el estacionamiento a consecuencia de determinadas actividades como procesiones, cabalgatas o carreras atléticas. Estos policías apuntan que estas vallas se pueden mover o caer accidentalmente, son difíciles de ver y suponen una "práctica antirreglamentaria e incorrecta".

En el caso de la nueva plaza del Hospital Provincial -donde ya están prácticamente finalizadas las obras de integración del centro en la calle, con el derribo de su muro exterior- Millares y Moldes sostienen que se señaliza como zona calle residencial "cuando es una vía de acceso al área de Urgencias, lo que no aconseja precisamente esa regulación ya que se admiten juegos y deportes en plena vía de entrada al hospital".

La calle Alameda, por su parte, se habilitó en su día solo de servicios para reducir el tráfico por el puente de A Barca, pero estos agentes indican que se mantiene como "vía de alta ocupación" y "no existe instrucción alguna" para que los agentes actúen tanto en ese vial como en Echegaray.

Con este informe, los agentes en conflicto con el gobierno local se refrendan en sus divergencias con todas las medidas que adopta el Concello en materia circulatoria y de seguridad, como ya ocurrió hace unos días con el tránsito de las bicicletas por el casco urbano, una queja que llevó al colectivo Pedaladas a solicitar que no se mezclara a la asociación con este tipo de conflictos político-laborales. En el marco de esta polémica, el pasado 22 de diciembre hasta 11 guardias se dieron de baja por enfermedad el mismo día, cuando entraba en funcionamiento el dispositivo especial de tráfico de navidad, que implica mayor presencia policial en la calle.