El grupo parlamentario del PP votó ayer en la Cámara gallega en contra de la propuesta del BNG destinada a arrancar un compromiso de la Xunta de que la fábrica de Elnosa no continuará en Lourizán más allá de 2018, cuando concluye su concesión en terrenos marítimo-terrestres. El debate, que regresaba así al Parlamento apenas un mes después de que la Xunta se declarase favorable a esa permanencia, sirvió para que la pontevedresa Guadalupe Murillo se estrenase como oradora en O Hórreo. Murillo esgrimió la "defensa de los puestos de trabajo" y la falta de ubicación alternativa para rechazar el cierre de la planta de cloro como pedían tanto el BNG como las otras fuerzas de la oposición, PSOE y Marea.

Fue el también pontevedrés Luis Bará el que expuso los argumentos del BNG, que acusó a la Xunta de "incumplir sus propias palabras y sus propios acuerdos, cuando descartaba antes la continuidad de Elnosa e incluso firmaba protocolos con la empresa para establecer el cese de su actividad en diciembre de 2106", es decir, en este momento.

"Sus palabras y sus firmas no valen de nada -espetó Bará- porque ahora negocian con total falta de transparencia con Elnosa y aceptan su actual emplazamiento con una nueva tecnología, en la que desaparezca el mercurio, una postura que va en contra de todos los criterios legales y ambientales". El parlamentario del BNG, también concejal por el momento en Pontevedra (su marcha del Concello se anunció para estas fechas) insistió en que con esta postura, el Gobierno gallego "incumple sus propias normas, como las Directrices de Ordenación del Territorio y el Plan del Litoral, "que declara esos terrenos como zona de mejora paisajística".

A su juicio, la Xunta maniobra para "preparar el terreno hacia la ampliación de la concesión de Costas a Elnosa, a la que ofrecen el mismo trato de favor que otorgaron a Ence, entregando gratuitamente terrenos de dominio público a una empresa privada", algo que choca con la "ilegalidad urbanística de la empresa".

Tras dejar claro que el Concello "estará siempre enfrente" de ese propósito, preguntó a la Xunta si tiene previsto aprobar un proyecto sectorial "para saltarse las competencias municipales" y solicitó que, por contra, decrete el cese de actividad de la clorera y emplaza al Ministerio de Medio Ambiente a recuperar los 12.000 metros cuadrados que ocupa en Lourizán.

Guadalupe Murillo, por el PP, rechazó todas las peticiones del BNG con dos argumentos básicos: que la Xunta carece de competencias para adoptar esas medidas, y que de aplicarse, "dejarían en la calle" a los trabajadores, "porque ustedes -en referencia al gobierno local del que forma parte Bará- están muy preocupados por la continuidad de Elnosa pero no por generar actividad económica en la ciudad". Murillo reprochó también al Concello que "pidan el cierre pero sin ofrecer alternativa de trabajo, ni apruebe el PXOM para disponer de suelo empresarial".

Pero su primer discurso en la cámara de O Hórreo comenzó con una encendida defensa de la actividad empresarial privada, a la que calificó como "gran generadora de empleo". "Hay que poner en valor la palabra privado, muy denostada por ustedes, por lo que en mi primera intervención en este foro, pido su apoyo y respeto a todos los empresarios y trabajadores del sector privado".

Admitió después que "sería deseable una nueva ubicación de Ence (y de Elnosa) pero nuestra labor no es hacer valoraciones personales, sino aplicar la normativa y que se cumpla", prosiguió Guadalupe Murillo, que insistió en que la última propuesta de la Xunta a la empresa de cloro admite su continuidad "con la condición de que la empresa asume una fuerte inversión para cambiar su tecnología y en ese aspecto, el Gobierno gallego exigirá el máximo rigor".

Más allá de ese papel, "la Xunta no tiene competencias para cesar actividad alguna ni para ampliar o no concesiones de Costas", por lo que rechazó de plano una propuesta del BNG que "no ofrece alternativa reales para los trabajadores".