La Policía Local dispondrá el próximo año de su propio radar para el control de la velocidad, que sustituirá al que cede periódicamente, con un intervalo de varios meses, la Dirección General de Tráfico (DGT). El Concello, que ya cuenta con un "multamóvil" desde junio de 2014, ultima la compra de este aparato al observar que no se reducen los casos de exceso de velocidad en determinadas calles pese a medidas como la Zona 30 o la proliferación de "lombos". Por ello, justifica la medida en la necesidad de "perseguir a los pocos infractores que hay" y no en una razón recaudatoria. Al respecto, se insiste en que el futuro radar solo actuará en "zonas sensibles", de forma temporal, no todos los días, y se avisará de las campañas específicas.

La adquisición de un radar propio fue planteado hace tiempo por la jefatura de la Policía Local, en especial después de un estudio que reveló que en avenidas como las de Buenos Aires, Compostela o Lugo se registran velocidades de hasta 103 kilómetros por hora. Recientemente, el colectivo de ciclistas Pedaladas insistió en solicitar también la compra de un radar para frenar las "situaciones de peligro" que padecen estos aficionados en el casco urbano.

El gobierno local asegura que los "lombos son eficaces para reducir la velocidad", una opinión que no comparte plenamente Pedaladas, que entiende que estos pasos sobreelevados "funcionan de forma parcial". En todo caso, las dos partes coinciden en denunciar una "relajación" entre los conductores, que suelen superar casi de forma constante los 30 kilómetros por hora establecidos como límite en todo el casco urbano desde el verano de 2010, hace más de seis años.

Aunque algunos de esos "excesos", que llegan a superar los 70 e incluso los 100 kilómetros por hora, se registran en viales sin "lombos", en especial en el tramo de la avenida de Compostela con dos carriles por sentido, también se han detectado en calles adaptadas a la Zona 30, como la avenida de Buenos Aires hacia Monte Porreiro, donde los coches elevan notablemente la velocidad en los tramos "entre lombos, por donde no hay peatones, pero sí ciclistas y otros usuarios que pueden ser víctimas de un accidente".

Puntos como la citada avenida de Compostela, Rafael Areses, Médico Ballina, As Corbaceiras, la subida a Montecelo, Buenos Aires o Rosalía de Castro son algunos de los tramos conflictivos. Como ejemplo, el jefe de la Policía Local indicaba hace un año de que en Montecelo se detectaron en diez días 160 coches que circulaban a más de 70 kilómetros por hora.

Pedaladas también cita expresamente los casos de la avenida de Lugo y As Corbaceiras, donde el 4% y el 15% de los coches respectivamente superan los 50 km/h y se han registrado velocidades máximas de 103 kilómetros en la primera calle y de 89 en la segunda. Aún así, el colectivo de ciclistas admite que "el radar no es una solución, pero sí una herramienta más".

Por el momento no se ha fijado una fecha para su adquisición y su puesta en funcionamiento, si bien la compra forma parte de un plan de renovación del parque móvil de la Policía Local que incluye también otros equipos, como un nuevo furgón de atestados.