| Las grandes bandadas de estorninos ya inundan el cielo de Pontevedra. Lo que para unos es una plaga, con sus molestias bajo cada lugar para pasar la noche, para otros es un espectáculo observar sus evoluciones en el aire, sus acrobacias y vuelos sincronizados, como ocurrió ayer en la calle Joaquín Costa. Las aves evolucionaron durante buena parte de la tarde alrededor de una torre de telecomunicaciones en la que se posaban y de la que despegaban de corma constante. Cada vez que ocupaban las antenas y los cables formaban un curioso "árbol de navidad" negro que atraía las miradas de muchos curiosos, que incluso sacaron sus teléfonos móviles para fotografiar la formación.