La Xunta informó ayer de la puesta en marcha del proceso para renovar la Autorización Ambiental Integrada (AAI) de la fábrica de Ence en Lourizán, un proceso derivado de la prórroga de la concesión de Costas, hace un año, a la empresa hasta el año 2073. La Consellería de Medio Ambiente indica que "iniciamos este trámite de revisión" con la apertura del periodo de consultas e informes al menos a cuatro órganos que deben opinar al respecto: Laboratorio de Medio Ambiente, Augas de Galicia, Xefatura Territorial da Consellería de Industria y el Concello de Pontevedra.

El gobierno gallego insiste en que "Ence debe cumplir los requisitos medioambientales para continuar con su actividad en el municipio de Pontevedra" y agrega que "la factoría deberá cumplir con los nuevos requisitos marcados por la Unión Europea, cada vez más exigentes, y someterse a una nueva revisión y evaluación de las condiciones ambientales antes de octubre de 2018".

Por tanto se inicia así este "trámite de revisión de su Autorización Ambiental Integrada, afectada por la decisión de ejecución de la comisión del 26 de septiembre de 2014 por el que se establecen las conclusiones sobre las mejores técnicas disponibles para la producción de pasta, papel y cartón conforme a la directiva sobre las emisiones industriales".

Este proceso se produce menos de un mes después de que el BNG y Defensa da Ría denunciaran que la Comisión Europea hubiera advertido a la Xunta y al Gobierno central que aplicaron una normativa equivocada para renovar la AAI a la empresa Ence,. En su opinión no se aplicar la directiva que regula los vertidos urbanos y asumió en cambio una normativa que sería más permisiva con los parámetros contaminantes de dichas emanaciones a la ría. La Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio salió también entonces al paso de estas acusaciones, para "aclarar" que la Autorización Ambiental Integral de Ence se refiere a vertidos industriales, que no son equiparables a vertidos de aguas residuales urbanas. "Gracias a esta consideración se pueden controlar parámetros como el mercurio, que no se analizarían en el caso de tratarse como aguas de naturaleza urbana", explicaban fuentes de la consellería.