El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, no se someterá finalmente a una cuestión de confianza, al lograr sacar adelante los presupuestos municipales de 73 millones de euros gracias a la abstención de los dos concejales de Marea de Pontevedra. Para lograr este apoyo, el gobierno local aceptó in extremis -durante el pleno celebrado ayer- seis propuestas de la Marea. Son las referidas a potenciar los servicios sociales, transporte público, renta social básica, un centro cívico en Lourizán y la reforma urbana de la calle Cruz Vermella.

El portavoz de Marea, Luís Rei, recogió el guante del alcalde, quien previamente anunció que admitiría alguna modificación al texto del gobierno local, durante el desarrollo del pleno, si eran aportaciones "sensatas y ponderadas". Así, Marea reiteró in voce unas enmiendas que anteriormente el BNG había rechazado en comisión. El grupo de gobierno asumió las aportaciones y el presupuesto se aprobó con los 12 votos del BNG frente a 11 votos en contra de PP, PSOE y Ciudadanos, y las dos abstenciones de Marea de Pontevedra.

Tras la votación, el portavoz del grupo popular, Jacobo Moreira, insinuó que el pacto BNG-Marea venía "cocinado" de antemano, y responsabilizó a Luis Rei de ser corresponsable de la ejecución del presupuesto municipal 2017, bajo la "decisión" del alcalde de Santiago, Martiño Nogueira, quién previamente solicitó un acuerdo de la Marea con el BNG en Pontevedra.

Las cuentas salieron adelante, pero tanto PP como PSOE mantienen su intención de llevar al juzgado la decisión del alcalde de no debatir en pleno el presupuesto aprobado en la comisión de Economía e Facenda, con la aportación de 22 enmiendas de la oposición, entre ellas algunas de Marea. Jacobo Moreira (PP) cuestionó la legalidad de los trámites seguidos hasta la aprobación del presupuesto y lamentó que el BNG "se salte la ley" y presente al pleno el presupuesto "que le da la gana". Tras asegurar que en la oposición "no hubo pacto", afirmó que "lo que realmente le ha molestado al alcalde" es que el PP intentase con una de sus enmiendas poner fin, a los "tejemanejes" de Lores, al obligar a aprobarse en pleno cualquier transferencia de capital.

PP y PSOE también impugnaron la convocatoria del pleno extraordinario de ayer, con el único debate posible del proyecto presupuestario del gobierno, que es de casi 73 millones de euros.

Las enmiendas asumidas por el BNG y que permitieron la aprobación del presupuesto se concretan en la elaboración de un estudio sobre las potencialidades de la economía social en el municipio y que se impulse su fomento, la construcción de una casa de cultura en la parroquia de Lourizán y completar la reforma urbana de la calle Cruz Vermella.

Las otras dos propuestas, la creación de una renta social para personas en riesgo de exclusión social, cifrada en 400.000 euros, y el aumento de los recursos destinados al plan de transporte metropolitano, con 205.000 euros, serán incorporadas en la primera modificación de crédito que se realice en estos presupuestos, según el compromiso expresado por el concejal responsable de Hacienda, Raimundo González.

Tras aceptar el BNG sus enmiendas, Luis Rei, destacó que este "giro" del gobierno en clave social supone una "noticia feliz", que permite que "nos encontremos en políticas progresistas" para lo que ha tendido la mano al BNG. "Esperamos que esta nueva actitud de Bloque, desconocida hasta ahora, sirva para que acordemos cosas en beneficio de las mayorías", destacó el portavoz de Marea.