El agente de la Policía Nacional aplicó una técnica que resulta muy efectiva para salvar la vida en las situaciones de asfixia por atragantamiento, que en niños suelen producirse por algún objeto o juguetes pequeños como una moneda o una canica y que en adultos se deben habitualmente a un trozo de alimento que bloquea la vía aérea.

Es un procedimiento de emergencia que debe utilizarse solo en caso de una obstrucción grave, que se reconoce cuando la persona ya no puede emitir ruido alguno, mientras que los especialistas no la recomiendan si la víctima puede toser ya que supondría obstaculizar estos intentos del organismo por expulsar.

La maniobra de Heimlich se realiza en adultos abrazando a la víctima por la espalda con las dos manos, una cerrada y otra cubriéndola; el puño debe situarse sobre el abdomen para realizar presiones secas bajo las costillas hacia el centro del estómago.

El procedimiento logra obligar al aire a salir de los pulmones para crear así una tos artificial.

Si la persona que se ha atragantado se encuentra sola puede realizar la maniobra utilizando una silla con respaldo. Para ello debe situarla por debajo de las costillas y empujar hacia arriba realizando esos mismos apretones secos por encima del ombligo y bajo las costillas hasta expulsar el alimento.