El gobierno municipal de Pontevedra presentó ayer, en una tensa y breve xunta de portavoces, el orden del día del pleno extraordinario del próximo viernes, que como único punto del orden del día tendrá el debate del presupuesto municipal 2017 elaborado por el BNG. La convocatoria, fijada para las 11.00 horas en el Teatro Principal, se acompaña de unos informes de Secretaría que ponen en cuestión el procedimiento con el que el gobierno local impide el debate del dictamen del presupuesto aprobado por la comisión de Economía e Facenda, que incorporaba una veintena de enmiendas de la oposición. El BNG limita el debate su propio documento.

Algunos grupos de la oposición ya han anunciado medidas legales contra esta convocatoria realizada por el alcalde nacionalista, Miguel Lores, que ejerció su potestad para retirar del orden del día del último pleno el punto en el que se debería debatir el presupuesto enmendado por los grupos.

La oposición ha puesto esta decisión del alcalde Lores y el procedimiento para aprobar el documento en manos de sus respectivos equipos jurídicos, que podrían dejar el presupuesto anual de Pontevedra en manos de los tribunales.

Critican, por otra parte, que en el proceso de elaboración de las cuentas del BNG no se ha dado el diálogo ni la negociación que el alcalde esgrime. Aseguran que el grupo nacionalista no atendió a ninguna de las sugerencias planteadas por los grupos de la oposición y, de hecho, PP, PSOE, Marea y Ciudadanos llegaron a acuerdos en 22 de las 34 enmiendas presentadas, mientras que el BNG no aceptó ninguna de ellas. Algunas con cuantías que no alcanzaban los 6.000 euros, como el plan planteado por Marea de Pontevedra para impulsar el cooperativismo desde el Concello. Los concejales de la oposición coinciden en denunciar que el grupo nacionalista solo les presentó sus cuentas y no aceptó ninguna modificación.

El alcalde Lores anunció que tras el debate de sus cuentas en el pleno del próximo viernes, en caso de que la oposición (con mayoría en el pleno) no las apruebe, se someterá a una moción de confianza, con la que la corporación tendrá que decidir si Lores continúa siendo alcalde o presentar un candidato alternativo. Si esto no se produce, el ejecutivo de Lores aprobaría automáticamente sus cuentas.

A día de hoy los grupos de la oposición no contemplan la posibilidad de plantear una moción de censura a Lores. Ninguno de los grupos se declara dispuesto a presentar un candidato alternativo.

Denuncian, por otra parte, que la propuesta del gobierno local irá a pleno sin dictaminarse previamente en comisión ni ser estudiado por los grupos. Algo que ha molestado particularmente a todos los grupos de la oposición, que ven como el grupo de gobierno ha buscado un resquicio legal para quitar de en medio el presupuesto aprobado por los grupos de la oposición y debatir solo los suyos.

El alcalde Lores asegura que si no prospera la moción de confianza que planteará tras un hipotético rechazo a sus cuentas, el presupuesto del BNG, el documento entraría en vigor en el plazo de un mes.

En principio, el mejor situado para encabezar una candidatura alternativa a la del alcalde actual sería Jacobo Moreira, líder del PP y del grupo mayoritario en la oposición. No obstante, reconoce que un pacto entre fuerzas tan dispares como PP, PSOE, Marea y Ciudadanos dificulta la posibilidad de alcanzar esa opción y ayer reconocía que "no veo" la posibilidad de formular una moción de censura o que el BNG pierda la cuestión de confianza, una lectura que, por el momento, comparten los demás grupos.

En todo caso, Moreira insiste en que la actitud de Lores "se merece una bofetada política" por su "falta de respeto a la oposición y a los vecinos" y su "nula intención de dialogar".