Los vendedores, agrupados en dos asociaciones, se quejan de que el borrador del reglamento solo fue objeto de dos reuniones con el concejal de Mercados, Vicente García Legísima, sin más opción que formular sugerencias. Denuncian también que "existe un modelo concreto de reubicación de puestos y un estudio pormenorizado de reestructuración funcional de la Plaza de Abastos" pero que desconocen.

Se quejan también del aumento de las cuantías de las multas fijadas hace trece años por incumplimientos. La propuesta municipal plantea sanciones entre 200 y 500 euros para las faltas leves, de 500 a 1.000 para las graves, junto con una suspensión de actividad por un mes. Las faltas muy graves se castigan con multas de hasta 2.000 euros y la extinción de la concesión, es decir, la retirada del puesto.

Infracciones en materia de identificación de los productos, diferenciando entre el pescado y marisco fresco del de jornadas anteriores, no portar la uniformidad homologada y las faltas de respeto al personal municipal o a los servicios de inspección sanitaria y de pesca pueden acarrear estas multas.

Por todo ello, el colectivo insiste en que se retire el reglamento que se lleva hoy a pleno por segunda vez y "se busquen fórmulas mediante las cuales se permita a los concesionarios manifestar sus inquietudes y negociar las medidas que afectan a sus concesiones".