El impuesto que los ciudadanos poienses pagan por el servicio de basuras no alcanza a costear el importe total que el Concello tiene que pagar a la empresa concesionaria. Así lo asegura Luciano Sobral, regidor del municipio, que calcula que el dinero recaudado para las arcas municipales a través de la tasa de 121,68 euros anuales solo sirve para cubrir algo más del 90% del coste final.
De este modo, después de tres años con el gravamen mantenido, Sobral considera que el impuesto es "justo" y equilibrado teniendo en cuenta los costes ocasiona al Ayuntamiento. El alcalde expone que el canon que Sogama aumentó en un 100% hace unos años hizo que el coste del servicio se encareciese para todos los municipios.
Preguntado por la calidad del servicio, el regidor reconoce que "todo es mejorable", aunque están contentos con la empresa Valoriza, que comenzó a ser concesionaria del servicio el pasado año y cuenta con una concesión por los próximos 17, prorrogables a dos más. Para Sobral, se apostó por un cambio de modelo mucho más "eficiente", con unos contenedores de carga lateral que tienen tres veces más capacidad que los anteriores y que a día de hoy "funciona razonablemente bien". Precisamente ese incremento de volumen, explica, es una de las causas por las que ahora los cubos de basura están más distanciados. "Entendemos que eso puede hacer que los vecinos se quejen, pero esta nueva forma de recogida que ahorra en contenedores necesita un espacio entre ellos más amplio".
Más déficit en el rural
Esas quejas llegan precisamente de las zonas rurales, donde Sobral asegura que el servicio es "mucho más costoso" y, por tanto, más deficitario. "Aunque no peor", apuntilla. Pese a todo, el Concello mantiene en el rural una tasa idéntica a la de recogida en suelo urbano, al contrario que el resto de ayuntamientos vecinos.
De este modo, el regidor considera que las quejas de los vecinos ya son escuchadas a través de la línea verde, mientras que las críticas de la oposición las achaca, una vez más, a cuestiones políticas.
