El gobierno tripartito manifestó ayer que los vecinos de Ponte Caldelas "contemplan con satisfacción" el comienzo de las obras de reparación del tanatorio, a cargo de la empresa Alianza y Barros. Señala que estos trabajos "son producto de la iniciativa del gobierno local de exigir el cumplimiento de la legislación urbanística a las empresas titulares". Este sevicio cerró en 2013 "ante el pasotismo de la anterior administración municipal, gobernada por el Partido Popular, incapaz de exigir el cumplimiento de la normativa", señala.

Destaca el alcalde, Andrés Díaz que "es una gran noticia para el municipio", y resalta que fuepreciso un cambio de gobierno en el Concello para tomar la decisión de hacer respetar la legalidad urbanística tramitando un complejo expediente sancionador que significaba la imposición de multas coercitivas trimestrales de 10.000 euros por el mal estado de conservación de la edificación.

Cabe recordar que el goberno local, formado por PSOE, AVP y BNG, mantuvo una reunión con las empresas propietarias en el verano de 2015, al comienzo del actual mandato, en la que exploró la posibilidad de un acuerdo verbal para la reparación y reapertura del tanatorio. Ante lo que el Concello considera "el incumplimento empresarial", el gobierno local optó por exigir la normativa urbanística en materia de conservación.

Presupuesto de la obra

Las obras comenzaron estos días y significan una inversión, según el proyecto presentado en las oficinas municipales, muy próximo a los 100.000 euros. Con esta ejecución, las empresas evitan la imposición de las penalidades económicas que el Concello tenía ya preparadas para comenzar a ejecutar.

Díaz destaca que queda así solucionado otro elemento más de la "nefasta herencia" que el PP dejó en el Concello de Ponte Caldelas. Subraya que "su incompetencia se trasladó del gobierno municipal al ejercicio de la oposición durante el año y medio transcurrido del actual mandato".