Los horarios y el trabajo personal que Bolonia exige al alumno en casa han reducido la vida universitaria en los centros, más aún en un campus alejado de la ciudad como el vigués. Pero los alumnos de Biología se han propuesto reactivarla con la creación de varios clubes dedicados a la lectura y el debate y también relacionados con el medio natural. Son iniciativas abiertas a todos los estudiantes, así como a los profesores, y que buscan poner en contacto a personas que compartan afinidades.

"Es cierto que los alumnos tienen muy poco tiempo para actividades extra y que la localización del campus dificulta la participación, pero hemos detectado interés en la gente y creemos que estamos dando en la clave con esta idea. A la gente le está gustando", señala Antonio Serrano, secretario de la delegación y responsable de los clubes.

Él mismo ha lanzado los de lectura y debate. "El humanismo no se fomenta demasiado en las carreras de ciencias. Gracias a la colaboración de varios docentes contamos con listas de lectura y también nos han cedido material. Próximamente realizaremos la primera reunión para decidir un título y, en principio, nos reuniremos cada mes para poner en común nuestras impresiones", explica.

Los estudiantes de las ramas científica y tecnológica tampoco suelen "entrenar" su habilidad para el debate. "Elegiremos los temas en función de las inquietudes de los alumnos y, si es posible, contaremos en alguna ocasión con expertos. Se trata de compartir opiniones al estilo de un asamblea griega", compara.

La oferta de la delegación también incluye un club de herpetología, la rama de la zoología que describe y estudia los reptiles. Además de facilitar que los aficionados compartan sus conocimientos, su responsable, Jesús Pérez, plantea la realización de actividades en la naturaleza.

Este club colaborará estrechamente con el B.O.T.A. (Biólogos Organizados por el Trabajo Ambiental), una iniciativa impulsada por Ana Canabal para realizar en el campus trabajo "de bota", la expresión utilizada en el argot de los científicos para contraponer las campañas en el exterior a la labor "de bata" que se desarrolla en el laboratorio.

"Será una organización integrada por voluntarios con la intención de aprovechar al máximo la ubicación del campus en un entorno natural. Ya se han iniciado proyectos para ubicar comederos y puntos de observación de aves, así como refugios para insectos. También se plantea una limpieza del campus y ayudar a los profesores en sus investigaciones", explica Antonio Serrano.

Los responsables de este club también tienen prevista la participación en la puesta en marcha de medidas contra las especies invasoras.

Ambas asociaciones también tomará parte en la confección de un terrario en la facultad, una de las iniciativas que se impulsan desde delegación.

Su secretario destaca además que "no hay límite" en la oferta. "Estamos abiertos a otras propuestas que vengan de fuera. La delegación es de todos y está para hacer uso de ella", destaca.

La participación en estos círculo es una manera de "ampliar conocimientos" y adquirir habilidades transversales que enriquecen el currículo. Los interesados en participar en alguno de los ya establecidos o impulsar alguno nuevo pueden acudir al local de la delegación o utilizar el correo delegacionbiovigo@gmail.com