La polémica de las multas vuelve a Poio. Y en este caso, con el mismo agente protagonista de las sanciones por girar la cabeza que se llevaron a cabo en 2014 y acabaron con la retirada de las sanciones por parte del Concello tras establecer una comisión de investigación.

En este caso, el afectado es un vecino que el domingo por la tarde se encontraba en el aparcamiento anexo a los terrenos deportivos de A Seca. El vecino de Campelo recibió una llamada de móvil y detuvo su vehículo para atenderla. Según él, lo hizo al lado de una patrulla de Policía Local que en ese momento estaba de servicio. El multado puso los cuatro intermitentes y el freno de mano pero, según la misma fuente,el agente se le acercó y le informó que iba a ser sancionado por hablar por el móvil mientras conducía.

Sin embargo, desde la Policía Local de Poio se insiste en que la sanción estaba bien impuesta debido a que, según el agente, el infractor estaba circulando mientras atendía a su teléfono móvil. De este modo, el vecino tendrá que pagar 100 euros como compesación por la falta.