Las relaciones entre el gobierno local y Cespa son tensas desde hace unos meses, a raíz de unas investigaciones judiciales sobre supuestos "enchufes" en la empresa, ya archivadas, y que causaron una multa municipal a la concesionaria. Este malestar se deja ver en las declaraciones de ayer de González Carballo: "Si realmente Cespa no quiere negociar, estaríamos ante un capricho, ante una actitud de agresión de la empresa hacia el ayuntamiento".

Como telón de fondo del conflicto laboral también está el final de la concesión del servicio de limpieza y recogida de basuras, algo que los trabajadores creen que influye en esta situación.