Hace años que la Fiscalía de Pontevedra viene advirtiendo de que la mejor fórmula para valorar la carga de trabajo que tiene cada órgano judicial de una forma más adecuada es "peneirar" bien las estadísticas para separar la paja del grano. Así lo hace en su último informe anual, en el que destaca que, más allá del número total de asuntos ingresados, es conveniente echar un vistazo a los procedimientos reales que continúan activos en los tribunales tras esa primera incoación. Es decir, el número de casos que se transforman en procedimientos abreviados o de diligencias urgentes por parte de los órganos de instrucción en la provincia. Es así, haciendo este análisis, como se puede comprobar que la carga de trabajo de los juzgados de la capital está entre las más altas de la provincia.
De hecho, de entre los 41 juzgados de instrucción de Pontevedra, los tres juzgados de la capital ocupan los cinco primeros puestos por encima incluso de la mayor parte de los de la ciudad de Vigo, con especial mención al juzgado de instrucción número 3 de la capital, especializado en violencia de género.
Pese a que los juzgados de Vigo incoan números verdaderamente monstruosos de diligencias previas, la cantidad de procedimientos abreviados o de diligencias urgentes (que sí requieren trabajo o cuando menos resoluciones motivadas en el caso de archivo) que posteriormente tramitan los juzgados de la ciudad olívica son similares a los de Pontevedra. Así, por ejemplo, el juzgado de instrucción número 1 vigués abrió en 2015 la friolera de 5.218 asuntos, pero transformó en P. A. o D.U. apenas 277. Su juzgado simétrico en Pontevedra, el instrucción 1, abrió 3.457 asuntos ese mismo año, es decir, un 30% menos, y sin embargo, al final, tenía una carga de trabajo superior dado que se convirtieron en 152 procedimientos abreviados y en 159 diligencias urgentes, es decir 311 asuntos reales que requieren esfuerzo y dedicación por parte de magistrados, fiscales y funcionarios.
El juzgado de instrucción número dos de Pontevedra sumó 253 casos entre P. A. y D. U., frente a los 243 de su homólogo de Vigo a pesar de que este último multiplicó el número de asuntos ingresados. Del resto de los ocho juzgados de instrucción de Vigo, solo el número 4 y el número 8 se sitúan en cifras similares a los de Pontevedra, mientras que el resto se quedan todos por debajo.
En cuanto al resto de juzgados de instrucción. Algunos órganos de localidades de cierta importancia en cuanto a población presentan un volumen de ingreso de asuntos de cierta relevancia, como es Vilagarcía 2 (con 1.097), Redondela 1 (con 1.079) o Cambados 3 y 4 (con 1.065 y 1.101 asuntos); pero todos ellos se quedan lejos de las cifras de Pontevedra en cuanto a casos "reales", es decir, que tengan recorrido judicial, tramitando respectivamente 112, 84, 159 y 106 procedimientos abreviados y diligencias urgentes. Ees verdad que estos órganos son mixtos y deben compatibilizar la instrucción penal con la carga de trabajo del ámbito civil.
Mención especial requieren los juzgados especializados en violencia sobre la mujer. Así, por ejemplo, el juzgado con más carga real de trabajo de la provincia sería el juzgado de violencia sobre la mujer de Vigo. Pese a ingresar menos asuntos que cualquiera de instrucción en la ciudad (738), tramitó cuatro sumarios, 71 procedimientos abreviados y 390 diligencias urgentes. El segundo con más carga de trabajo sería el juzgado de instrucción número 3 de Pontevedra, con con 96 abreviados y 284 urgentes y con el hándicap frente a Vigo que este no es un juzgado exclusivo de violencia sobre la mujer, sino que compatibiliza esta especialidad con el resto de las funciones de un juzgado de instrucción.
Juzgado exclusivo
No es la primera vez que los sindicatos de los funcionarios de Justicia denuncian las elevadas carga de trabajo que tienen estos juzgados de violencia sobre la mujer, uno por cada partido judicial, en los que el número de asuntos a tramitar se dispara, especialmente las diligencias urgentes, que se revelan como muy aconsejables para zanjar el asunto cuanto antes establecimiento medidas de protección para la víctima y cerrar el proceso judicial lo más rápido posible. Son juzgados que, por sus características, parecen estar de guardia permanente. La creación de un juzgado exclusivo de violencia en la capital que pudiera atender incluso casos de otros partidos judiciales es una de las soluciones propuestas desde los sindicatos.
Prácticas "viciosas"
¿Por qué ocurre esto? La Fiscalía de Pontevedra da alguna pista en su memoria y pone de manifiesto, como en años anteriores, "una viciosa práctica en la que un solo hecho, usando el mecanismo de las inhibiciones a los decanatos puede llegar a generar incluso más de tres registros". Señala el Ministerio Público que "la solución pasa por implantar recias normas de registro, plasmadas en manuales de buenas prácticas, que partan del llamado registro general único, para cada asunto penal, y que este sea el único relevante" a la hora de "ampliar dotaciones o generar órganos judiciales".
Destaca, por ejemplo, que el número de procedimientos abreviados sí es una cifra "significativa" apra valorar la carga de trabajo al menos de la Fiscalía dado que "suponen en todo caso una resolución escrita y motivada del fiscal, sea esta de acusación o en su caso de archivo por sobreseimiento".
