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"La gente se sorprende"

Javier Carlín, que lleva más de 30 años dedicado a la venta ambulante, reconoce que los clientes preguntan por las plazas vacantes

"Precios de risa", "Precios de locura", rezan algunos de los carteles que se exponen en la feria de Pontevedra. A su modo, el mercadillo ambulante se ha modernizado y ahora cuenta incluso con maniquíes de cuerpo entero en los que se exponen las prendas que están a la venta.

Pero ni todo esto ni los tradicionales gritos de los vendedores para atraer la atención de los clientes logran remontar la situación por la que pasa, con un tercio de sus puestos vacantes.

El pontevedrés Javier Carlín lleva más de 30 años trabajando en la venta ambulante. En su opinión, la solución para sacar la feria adelante pasa por "adjudicar los puestos". "Así de simple", considera.

"Hay mucha gente que nos pregunta por los puestos, porque les sorprende verlos vacíos. Y eso es algo que no les anima a venir ni tampoco a comprar", manifiesta.

"Lo que nosotros queremos es que el Concello sortee los puestos, ya que si los ponen a subasta no será justo y los precios se disparan", declara.

Reconoce que los feriantes ya pidieron en varias ocasiones al Gobierno local que saque a concurso esas plazas. "Llevamos ya un año así, a ver si esta vez es la vencida", subraya.

Carlín paga por seis metros de su puesto 160 euros cada trimestre, lo que quiere decir que cada mes le sale en algo más de 53 euros. Reconoce que le parece un precio bastante asumible. "Es mucho peor en Vigo, donde pagamos 36 euros por puesto y feria", señala.

Actualmente, él solo tiene un puesto en la feria de Pontevedra, pero quiere ampliarlo dos metros más con la reorganización que el Concello está llevando a cabo.

Respecto a la ubicación en el paseo Enxeñeiro Rafael Areses, cree que es la mejor que pueden tener ahora en cuanto a comodidad para carga y descarga, aunque él apostaría por otra más céntrica. "Sacarnos del centro fue un error. Los comerciantes tienen una idea muy equivocada, porque no se dan cuenta que el hecho de que la feria esté en el centro de la ciudad también les beneficia a ellos porque si los clientes no encuentran algo en los puestos, acaban yendo a sus tiendas a comprarlo", sostiene.

Sobre la opción que algunos vendedores barajan de trasladarse a la calle Sierra, reconoce que "no cabríamos todos allí".

Javier Carlín confiesa que el diálogo con el actual concelleiro de Mercados, Vicente García Legísima, es bueno y fructífero. "Siempre tiene disposición a escuchar", dice.

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